JERUSALEN. El Gobierno israelí ha aprobado este miércoles un plan para la retirada de sus tropas de parte de una localidad en la frontera con Líbano que ha provocado durante tiempo tensiones con el partido-milicia libanés Hezbolá y con la vecina Siria.
El gabinete de seguridad del primer ministro, Benjamin Netanyahu, compuesto por quince ministros, ha aprobado en una votación la retirada del norte de Ghajar, pero no fijó una fecha, según han informado fuentes oficiales israelíes, que precisaron que se esperará para ello a mantener conversaciones con la misión de la ONU en Líbano, la FINUL, sobre la seguridad.
Israel consiguió Ghajar, junto con los Altos del Golán, en la guerra de 1967. Una delimitación de Naciones Unidas del territorio libanés dejó al país el norte de Ghajar y el sur bajo control israelí. Los habitantes de la zona obtuvieron la nacionalidad israelí, aunque se definen como sirios.
La secretaría del Gabinete israelí ha dicho en un comunicado que el Gobierno quiere preservar "la seguridad de los ciudadanos de Israel y las formas de vida de los residentes del pueblo, que ha permanecido como uno, una unidad indivisible".
Israel se replegó del norte de Ghajar en 2000 cuando terminó la ocupación de 22 años del sur de Líbano, pero volvió a tomarla durante la guerra de 2006 contra Hezbolá, explicando que los habitantes del pueblo servían de conducto para los ataques de la guerrilla y el tráfico de drogas.
Hezbolá, aliado de Siria e Irán, mantiene su dominio en el sur de Líbano y cuenta con ministros en el Gobierno del país. Ante las reticencias a desarmarse, ha señalado a las tropas israelíes en Ghajar como prueba de la ocupación continua de las tierras libanesas que debe atajarse.
El coordinador especial de Naciones Unidas para Líbano, Michael Williams, dijo en agosto, después de un enfrentamiento en otro punto de la frontera de 120 kilómetros, que una retirada israelí del norte de Ghajar "haría mucho para ayudar a restablecer la confianza".
El portavoz de Ghajar, Najib Khatib, dijo a la radio del Ejército que "el pueblo debería volver a Siria como parte de una negociación diplomtica con Siria".
Israel y Siria, que están técnicamente en guerra, han mantenido negociaiones de paz en las dos últimas décadas sin casi ningún progreso. Israel ha rechazado la petición de Damasco de devolver los Altos del Golán, cuya anexión no está reconocida internacionalmente. Siria ha rechazado la petición israelí de que se distancie de Irán, Hezbolá y los grupos de milicianos palestinos.
"Ningún cargo del Gobierno ha venido a hablar con nosotros (...). Las personas aquí están amargadas y frustradas. Hemos estado en esta pesadilla durante diez años", explicó Khatib.