vitoria. Las inmobiliarias alavesas no hacen su agosto. De hecho, el pasado mes y el presente han frenado el incipiente repunte que el mercado de la compraventa de viviendas empezaba a experimentar durante primavera. No en vano, las transacciones para adquirir una nueva residencia han pasado de ser muy flojas en julio a paralizarse del todo durante agosto, un mes en el que la mayoría de los integrantes del sector bajan la persiana ante el éxodo vacacional ya que, según los profesionales, no sale rentable abrir tras las fiestas de La Blanca. Por ello siguen la estela de los comercios que cuelgan el cartel de cerrado por vacaciones.

"En agosto, en la capital alavesa la mayoría de las agencias deja de funcionar, aunque el verano es buen momento para comprar porque se tiene alguna inmobiliaria, banco y notaría abiertos", explica José Ricardo Arce, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API), quien detalla que en abril se incrementaron las ventas de vivienda libre entre todos aquellos clientes que se adelantaron a la subida del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) prevista para julio. "Las operaciones bajaron el mes pasado cuando la subida de este impuesto entró en vigor. Esperemos que en septiembre haya un repunte", agrega el portavoz del gremio inmobiliario, quien apunta a Salburua como la zona de la capital alavesa donde más facilidad se da la venta, "al estar más barata la vivienda allí".

En Fincas Anitua experimentaron de primera mano la caída de las operaciones para hacerse con una propiedad. "Julio fue muy malo, mientras que mayo y junio fueron muy buenos", recuerdan desde esta agencia gasteiztarra.

Vivienda usada Sólo las moradas de segunda mano parecen ser la excepción al ya de por sí estancado mercado inmobiliario, de los más azuzados por la crisis. "Se ha movido mucho mejor el tema de la segunda mano, pero no se han comprado más para evitar el IVA, porque la subida de este impuesto sólo afecta a las de nueva construcción", aclaran en la citada agencia.

Los clientes se decantan por los precios más rebajados que ofrecen las viviendas usadas frente a un inmueble nuevo de características similares. Aunque esto no quiere decir que en la segunda mano no intervenga ninguna clase de negociación con los propietarios. "Las bajadas de precios se producen, siempre y cuando el dueño necesite urgentemente vender", matizan en Anitua. Una razón que explica la presencia de chollos cuando una herencia, un divorcio o un caso de inminente embargo aparecen de por medio.

"En obra nueva, el precio se reduce un 20%, sobre todo, cuando los contratistas necesitan vender", declara esta agencia. En este sentido, un piso en el centro de la capital alavesa se puede tasar en cerca de 6.000 euros el metro cuadrado y de unos 3.000 euros el metro cuadrado si la vivienda se ubica en Salburua.

El precio del inmueble continúa marcando el tiempo que se necesita para que su titularidad cambie de manos. Así que cuanto más alto sea éste, más meses permanece con el cartel de se vende. En caso de que su valor esté inflado, en Anitua aseguran que "se tarda un año en venderlo".

Tasación media En Fincas Ezquerro no sólo comparten esta misma visión, sino que añaden que "no baja de seis meses el tiempo para venderlo". Para esta inmobiliaria -que abrió sus puertas este lunes después del receso estival- un piso en la capital alavesa cuesta de media unos 220.000 euros. "En julio nos fue bastante mal, excepto el aumento que vimos en la vivienda de alquiler para inmigrantes y la de propiedad de segunda mano", cuenta Fermín Ezquerro, responsable de esta agencia, para quien también la subida del IVA de un 7 a un 8% en vivienda nueva, más el 0,5% del impuesto de Actos Jurídicos Documentados -las escrituras del piso-, "no se ha notado". Ante este parón estival, el responsable de Fincas Ezquerro opina que "casi es mejor estar cerrado, porque también estoy viendo lo que pasa en los comercios. Si no se hace caja, no tiene sentido abrir en agosto, aunque así se aconseje".

A diferencia de las anteriores inmobiliarias, en Casa Local Servicios son más optimistas respecto a las operaciones que han efectuado durante este verano, época en la que sólo han cerrado por las fiestas de La Blanca. "En julio nuestra situación fue absolutamente normal, aunque igual es porque teníamos asuntos que cerrar, como la firma de un contrato de alquiler de lonjas o que también estábamos pendientes de alguna venta", relata la responsable de esta agencia.

Sin embargo, en este negocio también han percibido qué tipo de inmuebles son los que más se venden durante la época estival. "Las viviendas de segunda mano se notan mucho y las de nueva construcción están super paradas, por eso es lo mismo que les afecte el IVA", declaran en Casa Local. En esta inmobiliaria también aseguran que los descuentos animan a cerrar con más facilidad las operaciones, pese a que hay algunos inmuebles que llevan "mucho tiempo" esperando a cambiar de dueños. "Si el propietario ve que el precio está muy disparado rebaja el precio un 20%, pero, en nuestro caso, suele ser un 10%", zanja esta agencia.