MOSCÚ. Un total de 96 personas murieron hoy en la catástrofe aérea que costó la vida al presidente de Polonia, Lech Kaczynski, informó el ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia.

"Según datos precisados, a bordo del avión Túpolev-154 que se estrelló cerca de Smolensk había 96 personas, incluidos 88 integrantes de la delegación polaca", que encabezaba Kaczynski, dijo un portavoz del ministerio a la televisión rusa.

Previamente, la Fiscalía rusa había afirmado que a bordo del avión presidencial polaco había 132 personas, incluidos Kaczynski y su esposa.

Kaczinski se dirigía a la localidad rusa de Katyn, cerca de la frontera con Bielorrusia, para rendir homenaje a los miles de oficiales polacos ejecutados en 1940 por los servicios secretos soviéticos.

Junto a Kaczynski viajaban numerosos altos funcionarios polacos y familiares de las víctimas de la matanza de Katyn.

El accidente se produjo cerca del aeropuerto militar Séverni de Smolensk en medio de una densa niebla después de que el piloto rechazara la sugerencia de desviar el vuelo hasta Moscú o Minsk, la capital de Bielorrusia, según fuentes de la Fiscalía rusa.

"El avión se preparaba a aterrizar, pero no llegó hasta la pista." Según los primeros datos, la nave aérea se enganchó de los árboles, se cayó y quedó destruida. En la catástrofe no hay supervivientes", informó a su vez el gobernador de Smolensk, Serguéi Antufiev.

El piloto del avión realizaba el cuarto intento de aterrizaje cuando ocurrió la tragedia, pues en condiciones de escasa visibilidad previsiblemente descendió demasiado y la nave se enganchó con un ala de los árboles, indicó por su parte un representante de la Fiscalía.

El Comité de Investigación de la Fiscalía rusa anunció que estudia tres hipótesis de la catástrofe: "condiciones climáticas desfavorables, el llamado 'factor humano' y fallos técnicos en los equipos del avión".

La administración de Smolensk informó de que en el lugar del accidente ya ha sido hallada una de las "cajas negras" del avión, que registran todas las maniobras realizadas, y que los socorristas ya recogieron varios cadáveres.

El jefe adjunto de la Fuerza Aérea rusa, Serguéi Razygráyev, consideró improbable que el accidente tenga que ver con los servicios técnicos del aeropuerto Séverni, cuya infraestructura calificó de moderna.

Algunos medios recordaron que los aviones del tipo Túpolev-154 entraron en servicio hace cuarenta años, pero subrayaron que se trata de un modelo con una plazo de vida útil muy largo y de gran calidad, sobre todo en el caso de un avión presidencial, que según fuentes polacas tenía equipos modernos y había pasado las revisiones pertinentes.

Mientras, la radio rusa RSN destacó la delicada situación de la tripulación cuando está a cargo de la "nave número uno" con el jefe de Estado y no descartó que Kaczynski pudiera ordenar a los pilotos que aterrizaran desoyendo las advertencias de los operadores aéreos.

Durante un debate en la emisora se recordó un incidente ocurrido durante la guerra ruso-georgiana de agosto de 2008, cuando Kaczynski voló a Tiflis para solidarizarse con Georgia, pero el piloto desvió el avión a la capital de Azerbaiyán, Bakú, para no poner en peligro la vida del presidente.

Tras ese incidente, el piloto de Kaczynski fue despedido, recordó a la emisora de radio un analista polaco.