Vitoria. PSE y PP observan un intento de dividir la sociedad vasca tras la llamada que el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, dirigió ayer a los nacionalistas democráticos para hacer frente a las directrices que el Gobierno Vasco y su socio preferente han establecido en Euskadi. Lo que para los populares es la "recuperación del Plan Ibarretxe", los socialistas denominan la vuelta a las "catacumbas", dos perspectivas de una imagen semejante que contrasta con la buena acogida que el emplazamiento ha obtenido, como primera toma de contacto, entre las filas de Eusko Alkartasuna.

El secretario general del PSE en Álava, Txarli Prieto, valoró ayer contenido y continente del Aberri Eguna celebrado por los jeltzales. Estimó que la intención de la formación peneuvista se limita a "tumbar" al Ejecutivo liderado por Patxi López, un objetivo en el que enmarca la intención de quebrar la división entre nacionalistas -puesta de manifiesto este mismo fin de semana con la organización dividida del Aberri Eguna-. Prieto considera que tras este llamamiento a la unidad se esconde el empeño del PNV "en lanzar una OPA hostil al resto de partidos nacionalistas para intentar absorberlos" y liderar así un polo soberanista.

Frente al significado del acto organizado por la formación jeltzale- Día de la Patria Vasca-, el secretario general del PSE alavés destacó que Urkullu está "lejos de ser un patriota" por "llamar a la confrontación de los ciudadanos". "Que no dedique esfuerzos a dividir la sociedad", argumentó Prieto, para quien en lugar de colaborar con el nuevo Gobierno Vasco y apostar por el aumento de cotas de autogobierno, los jeltzales se han dedicado desde Madrid a "poner un tapón en el desarrollo estatutario".

El mensaje de Urkullu, único orador en la mañana del domingo en la Plaza Nueva, no fue la única diana a la que Prieto dirigió sus críticas. El propio acto, con "unos cuantos puñados de militantes del partido que cabían cómodamente sentados y con muchos espacios libres", otorgan a este evento la condición de "defunción más que celebración", según el dirigente socialista, quien calificó el Aberri Eguna de "convocatoria obsoleta y fracasada" frente a la celebración de la firma del Estatuto de Autonomía, reconocido gracias a los votos de PSE y PP en el Parlamento Vasco como Día de Euskadi.

En una línea crítica similar, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, aprovechó la valoración del Aberri Eguna de los jeltzales para repasar la trayectoria reciente de este partido y tildarle de "monaguillo" de Zapatero por brindarle su apoyo en el Congreso.

buena acogida El llamamiento de Urkullu obtuvo su mejor acogida en las filas de EA, que celebró el Aberri Eguna junto a la izquierda abertzale y una delegación de Aralar entre Irun y Hendaia. La secretaria de comunicación de este partido, Ikerne Badiola, saludó positivamente este iniciativa que, a su juicio, supone una confluencia con "las posiciones que EA mantiene desde hace tiempo", por lo que confió en que las palabras de líder jeltzale "no se queden en una mera declaración de intenciones".

Mikel Arana (EB), por su parte, mostró su decepción por la "apuesta sectaria" del PNV y por la imagen de la izquierda abertzale, "que ha demostrado que sigue supeditada a ETA".