vitoria tropical. El lema elegido ayer por los bares del Casco Viejo para promocionar el Carnaval daba cuenta del humor con el que se han tomado los gasteiztarras las gélidas temperaturas que castigan estos días a la capital alavesa. Los ciudadanos han decidido ponerle al mal tiempo buena cara y vivir con la mayor intensidad posible estas fiestas. El frío, sin embargo, se dejó notar en las calles y el de ayer fue probablemente el desfile de carrozas menos multitudinario de los últimos años.
Sólo los más osados se atrevieron a recibir por la tarde a las 17 comparsas que realizaron el recorrido desde Portal de Legutiano al parque de La Florida. Fueron, sin duda, los que pusieron la nota de color a una jornada propiamente invernal.
Sin embargo, la jornada carnavalesca empezó unas horas antes, en la estación de autobuses. Allí aguardaban alrededor de medio millar de personas ataviadas con sus disfraces para cantar aquello de "y nos vamos a Vitoria, a pasar el Carvanal". A la una en punto, los pintores de Vitoria descendían del cercanías para, acompañados por una charanga, dirigirse hasta El Caminante, a quien le colocaron, como manda la tradición, un disfraz de talla grande. Después, se dirigieron hasta la Plaza Nueva para pronunciar el pregón. La asociación cultural Indarra, encargada de ello, optó por una fórmula original. Sus integrantes repasaron con un gran espectáculo los carnavales más populares de Euskal Herria, desde el de Lantz hasta el de Luzaide.
Hasta allí se acercó el propio Markitos, el mítico personaje de Zalduondo, otra localidad conocida por la tradición de sus carnavales. Todos ellos sorprendieron al público con bailes típicos de estas fiestas. "Ha sido un pregón distinto al de otros años, lástima que por el frío no haya venido mucha gente", lamentaba Lourdes Muro, de 67 años, que ayer se acercó con sus nietos hasta el centro para vivir en primera persona este Carnaval. A su lado, Bea Gómez, de 36 y vestida de payaso, lo tenía claro: "Esto se pasa bailando y con un buen caldo caliente".
La animación del grupo Indarra se dejó notar también por la tarde en las calles del Casco Viejo. Tras el éxito conseguido el año pasado, la asociación cultural volvió a representar en las arterias de la almendra el espectáculo de folklore Sasi guztien gainetik... Con la mitología vasca como hilo conductor, las calles de la parte vieja como Burullerías, Escoriaza Esquível, Mateo de Moraza o la Virgen Blanca se convirtieron en un escenario real por el que desfilaron al son de la música un gran número de personajes.
La fiesta continuó ya por la noche en los bares, con distintas iniciativas surgidas por parte de los hosteleros. Los establecimientos de la Kutxi y las calles aledañas, por ejemplo, celebraron el Día Tropical; todo un reto sin duda en vista de los bajos valores que marcaba ayer el mercurio.