NUEVA YORK. La explosión de lo que se creía inicialmente que era una salva de petardos a bordo de un avión de Northwest Airlines durante su llegada esta tarde a Detroit (Michigan, EEUU) podría haberse tratado de un atentado frustrado, después de que fuentes de la lucha antiterrorista confirmaran que el presunto responsable de la detonación, un pasajero de 23 años de nacionalidad nigeriana, se identificara como miembro de Al Qaeda y manifestara su intención de cometer un atentado en Estados Unidos en el momento de ser detenido.
El detenido fue visto en pleno vuelo prendiendo "una sustancia en polvo", según informaron fuentes de la lucha antiterrorista a la cadena NBC, antes de ser reducido por tres miembros de la tripulación, quienes no pudieron impedir que el sospechoso sufriera quemaduras, presumiblemente producidas por la sustancia, de las que está siendo atendido en la unidad de quemados del Centro Médico de la Universidad de Michigan.
Según las fuentes antiterroristas, el detenido abandonó Lagos el pasado jueves con destino a Amsterdam, desde donde embarcó en el avión, el vuelo 253, un Airbus 330 con 278 pasajeros a bordo.
Tras aterrizar en el Aeropuerto Metropolitano de Detroit, todos los pasajeros fueron evacuados y el aparato fue trasladado a un lugar aislado de las instalaciones para su examen a fondo. Tanto la tripulación como el pasaje están siendo interrogados de acuerdo con la normativa pertinente de la Administración para la Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés).
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha sido puesto en conocimiento del incidente por los miembros de su Consejo de Seguridad Nacional mientras pasa las Navidades en Hawaii acompañado de su familia, según informó el portavoz de la Casa Blanca, Bill Burton, quien añadió que los efectivos de la lucha antiterrorista están considerando "muy seriamente" este suceso.