PAMPLONA. La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa) de Navarra anunció hoy, ante la proposición de retirar los crucifijos de los centros educativos, que "desobedecerá cualquier norma que se dicte imponiendo criterios morales contrarios a los de los padres que representamos", y luchará por "la libertad de enseñanza, de pensamiento y libertad religiosa".
A través de un comunicado, Concapa Navarra indicó que con esta propuesta "el Gobierno usurpa el derecho de los padres a educar conforme a nuestros principios y convicciones, algo que reconoce la Constitución española y cualquier estado de derecho", sostuvo.
Asimismo, "también supone un atentado contra la libertad religiosa de los alumnos, a los que se desprecia y se les impone el criterio gubernaental como si fuera una dictadura". "El crucifijo es un signo cultural e histórico que no resulta ofensivo para el no cristiano o el ateo, ya que su presencia no obliga a nada", subrayaron desde Concapa Navarra.
Esta proposición no de ley, además, "se apoya en una falsedad", pues "no existe jurisprudencia sobre la retirada de crucifijos porque la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ha sido recurrida y, además, precisa de alguna sentencia más en tal sentido".
Además, desde Concapa criticaron que "en este nuevo ataque a las libertdes", se pretende "anular su ideario" a los colegios concertados, "mientras que en el concierto económico se les quiere marginar y abandonarles al libre arbitrio de las administraciones".
Asimismo, consideraron que en España "no hay guerra de símbolos religioos", aunque "este Gobierno está empeñado en dividir y crear crispación y problemas donde no los hay, posiblemente con el único objetivo de imponer el laicismo como pensamiento único", censuraron.
Esta propuesta no supone, a juicio de Concapa Navarra, "un avance en derechos políticos y sociales", como tampoco supone "un avance el matrimonio homosexual, el divorcio expres, el aborto o la educación sexual para menores de 11 años y los talleres masturbatorios". Así, para Concapa todas estas medidas son "un retroceso importante en derechos y algo muy perjudicial para nuestros hijos".
Por todo ello, Concapa consideró que el presidente del Ejecutivo central sostiene "un doble juego", ya que "por un lado ofrece un pacto educativo y, por otro, ofende y afrenta a la mayor parte de la sociedad española imponiendo sus criterios personales".