La inteligencia artificial, con sus grandes posibilidades y no pocos riesgos, está experimentando un avance imparable en los últimos años, y también se alía con la robótica con proyectos de todo tipo en los que están pisando fuerte los países de Oriente Medio que están conociendo una gran expansión económica gracias a los petrodólares. Entre ellos está, cómo no, Arabia Saudí.

En su capital, Riad, se celebró hace unos días el Deep Fest, un evento centrado en la inteligencia artificial en el que el país árabe quiso exhibir su potencial tecnológico presentando su primer robot con aspecto humanoide masculino, llamado Muhammad, un proyecto elaborado por la empresa QSS Systems y que destaca por su capacidad para comunicarse en dos idiomas con los seres humanos.

Se presenta en árabe

"Soy Muhammad, el primer robot saudí con forma de hombre. Fui fabricado y desarrollado aquí, en el Reino de Arabia Saudí, como un proyecto nacional para demostrar nuestros logros en el campo de la inteligencia artificial", dijo en árabe y vestido con un traje tradicional, en su presentación en el escenario principal del Deep Fest para orgullo de sus creadores.

Pero algo no salió como se esperaba y la imagen que ofreció unos pocos segundos después tiro por tierra el prestigio adquirido. Mientras la periodista Rawya Kassem se encontraba presentando el evento se pudo ver cómo Muhammad, que estaba situado detrás de ella, extendió su brazo derecho hasta tocar el trasero de la informadora, que se dio cuenta de lo que estaba pasando y se volvió hacia el robot con gesto incómodo ante un comportamiento tan inoportuno y desacertado.

Viral en las redes

El vídeo del momento, de apenas siete segundos de duración, se ha vuelto viral en las redes sociales. Según QSS Systems, Muhammad es un robot “totalmente autónomo” y actuaba “de forma independiente, sin control humano directo”, con lo que fue un acto espontáneo.

Entre los internautas hay quien piensa que ese tocamiento ha sido una casualidad sin ninguna mala intención, pero hay muchos otros que lo observan con rechazo, conscientes de que hay muchas periodistas que se han sentido acosadas por hombres mientras trabajaban en la calle o en un evento, incluso cuando informaban en directo para una cadena de televisión. Lo que faltaba es que ahora los robots reprodujesen esos actos indecentes. Por eso muchos se plantean si esos humanoides guiados por inteligencia artificial están preparados para actuar en sociedad y cuentan con una mínima ética para comportarse.