Roncar se puede convertir en un serio problema tanto para la persona que ronca como para quien lo sufre a su lado. Los ronquidos son esos sonidos fuertes que se producen cuando, al respirar mientras dormimos, el aire pasa por los tejidos relajados de la garganta y los hace vibrar.

Durante las fases más profundas del sueño, todos nuestros músculos se relajan y los tejidos de la parte posterior de la garganta se vuelven laxos haciendo que el aire al pasar a través de ellos haga un sonido similar al de una bandera aleteando al viento.

Las causas de este molesto sonido pueden ser diversas y van desde un bloqueo por cierres anormales de la garganta, a desplazamientos de la mandíbula, obstrucciones de las vías nasales, canales estrechos o posiciones incorrectas a la hora de dormir.

Como ya hemos dicho, estos rugidos pueden suponer un infierno para quien comparte cama o habitación con la persona que ronca. Sin embargo, quien lo sufre también paga un alto precio. Cansancio, hipertensión, problemas cardíacos, dolor de cabeza, apnea del sueño, estrés, pérdida de memoria o irritabilidad son algunas de las consecuencias de roncar para la salud física y mental del roncador.

El hecho de que una persona ronque o no puede depender de factores como la forma del cráneo, el cuello o la edad, pero también de hábitos como el alcoholismo, el tabaquismo, el sobrepeso o el consumo de sedantes por la noche.

Soluciones para los ronquidos

Las soluciones son diversas y pueden comenzar por cambiar la posición al dormir (mejor de lado y nunca boca arriba), tratar una posible congestión, mantenerse bien hidratado o practicar una buena higiene del sueño.

En cuanto a las soluciones médicas se pueden encontrar dilatadores o tiras nasales para permitir una mayor entrada de aire, cintas sujetamentón para mantener la boca cerrada así como férulas o dispositivos de avance mandibular para aumentar el espacio detrás de la garganta. Las almohadas antironquidos o el arnés en la espalda son remedios efectivos en la medida que obligan a dormir de lado.

Un hombre se tapa los oídos con la almohada mientras su pareja ronca.

Truco de los 5 minutos

Junto a este tipo de soluciones hay otras sencillas propuestas para acabar con los molestos ronquidos y entre ellas destaca el Truco de los 5 minutos para dejar de roncar. Sus autores son los doctores británicos Mike Dikes y Alexander Adams, y lo recogen en un capítulo de su libro titulado Stop Snoring The Easy Way.

El principal objetivo de este método es fortalecer la musculatura del sistema respiratorio y llevarlo a la práctica es muy fácil. Basta con dedicarle 5 minutos poco antes de irse a la cama y seguir tres sencillos pasos: en primer lugar, hay que abrir la boca todo lo que se pueda y estirar la lengua con fuerza; a continuación, hay que mover la lengua estirada de lado a lado y de arriba a abajo y, por último, tararear mientras tanto una canción a ser posible en voz alta.

Aunque suene a chiste y exista la posibilidad de que si alguien te ve piense que no estás en tus cabales, los expertos aseguran que después de esos 5 minutos las estructuras musculares responsables de la emisión de los ronquidos (sistema respiratorio, boca, cuello, garganta, faringe y nariz) se verán reforzadas de forma que la calidad del sueño, tanto propia como ajena, mejorarán y mucho.

Si te han dicho que roncas o eres víctima de un roncador o roncadora, prueba este sencillo método. No tienes nada que perder y sí mucho que ganar.