La diputada de Sostenibilidad, Agricultura y Medio Natural de Álava, Amaia Barredo, ha explicado que la ampliación de la zona universitaria vinculada a la Universidad Euneiz, dentro de un proyecto liderado por el Grupo Baskonia-Alavés, no afecta a especies de fauna amenazadas ni a peces de los humedales de Salburua.

Barredo ha explicado los pormenores de la actuación de su departamento respecto a la evaluación ambiental estratégica y del proyecto de la futura universidad, a preguntas de Elkarrekin Araba en la Comisión de Sostenibilidad, Agricultura y Medio Natural de las Juntas alavesas.

La diputada foral ha explicado que el proyecto contempla "la desaparición de un hábitat acuático naturalizado, unas acequias en los humedales, y medidas compensatorias, como la generación de una nueva balsa y la amortiguación entre el humedal de Salburua y las actuaciones proyectadas y constructivas".

Barredo ha señalado que la Diputación ha llevado a cabo tres proyecciones, "en las que no se han detectado especies amenazadas ni presencia alguna de peces". Además, el departamento foral ha realizado análisis de la vegetación presente en la zona y ha diferenciado "la vegetación que podría ser talada de la vegetación que debería de ser trasplantada".

Asimismo, ha expuesto que se va a autorizar la ejecución de la nueva balsa "en la época de estiaje, seguramente en los meses de agosto y septiembre", y que "se ha detectado la presencia de la especie invasora de cangrejo rojo".   

ÁRBOLES

La diputada foral ha negado que se haya producido un tala masiva de árboles en la zona, al explicar que se han talado 15 chopos, "que presentaban un mal estado de conservación porque tenían podredumbres internas", y unos 150 fresnos y sauces que "fueron trasplantados a la zona norte de la parcela, con excepción de ocho fresnos que, por su estado de conservación, no pudieron ser trasplantados".

Barredo ha destacado que, "con respecto a esta afección producida en la vegetación, hay una medida correctora dentro de la evaluación ambiental para plantarse 2.200 nuevos árboles de especies, fundamentalmente robledales, quejigales y saucedas, en el ámbito de la obra".

Asimismo, ha comentado que "se trituran los restos de vegetación de las labores de desbroce y se reservan de cara a introducirlos en la nueva laguna que se va a crear para fomentar los hábitats para galápagos y aves".

"Desde el inicio de cualquiera de estas obras debe de quedar ejecutada la mota con tierra vegetal de cara a cumplir esas medidas correctoras, para evitar la contaminación acústica y la contaminación lumínica de la zona natural", ha añadido, para comentar que "el caballón se empezó a ejecutar en el mes de marzo".

Tras reiterar que no se han detectado "ni peces ni fauna amenazada, solo especies invasoras", ha defendido "el serio trabajo", realizado por su departamento, para realizar "un seguimiento detallado y exhaustivo a la actuación de la obra".   

ZONA MUY SENSIBLE

Por su parte, el portavoz de Elkarrekin Araba, David Rodríguez, ha manifestado que "no le convence en absoluto cómo se ha ejecutado el inicio de obras en una zona ecológicamente muy sensible" y ha cuestionado sobre "las medidas correctoras" del proyecto, respecto a la eliminación de las acequias en la zona central del enclave, para "poder traslocar los ejemplares de anfibios, invertebrados y vegetación de interés de la actual zona húmeda a la nueva charca".

En este sentido, ha expuesto que el proyecto "tenía que facilitar la creación de la nueva charca antes de comenzar las obras". Rodríguez, ha denunciado "la tala masiva de centenares de árboles y matorrales en la zona periférica de humedal de Salburua" y ha demandado "respetar la biodiversidad" frente a "la construcción de una residencia-hotel de una universidad privada".