Abrir la cama de un hotel es como destrozar una obra de arte. Meterse en su interior es una de las sensaciones más placenteras que uno puede experimentar. Todo está en su sitio, perfectamente dispuesto, en un exquisito equilibrio.

Hacer la cama en nuestra propia casa es otra historia. La hacemos a diario, deprisa y corriendo y sin prestarle demasiada atención. El resultado: sábanas arrugadas, colcha descuadrada y un aspecto a veces poco presentable.

Las razones pueden ser diversas: puede que no tengamos el tiempo necesario para hacer una cama con detalle o quizás no sea tanto una cuestión de tiempo sino de desconocimiento.

Pero, ¿por qué conformarse con cualquier cosa? Para que de aquí en adelante no tengas excusa para tener la habitación hecha un desastre, te ofrecemos varios consejos para que tu cama parezca salida de un hotel de cinco estrellas. Estos son:

1- Ventilar la habitación. Nada más levantarte lo primero que debes hacer es abrir la ventana de la habitación de par en par durante diez minutos. Echa hacia los pies de la cama toda la ropa (sábanas, colcha o edredón) para que respire. También es importante airear el colchón de vez en cuando, darle la vuelta y sacudirlo.

Comprar un buen colchón será una de las mejores inversiones de tu vida. De espuma, viscoelástico, de latex o de muelles, elige el que más te convenga, pero que sea de calidad. Si compartes la cama, los colchones de muelles embolsados harán que no sientas el movimiento de la otra persona. Con el descanso no se juega.

2- Sábanas de calidad. La elección del tipo de sábanas también es importante. No es igual acostarse en un tejido áspero y duro que sobre uno suave, confortable y resistente. Si quieres apostar por un tejido de calidad para tus sábanas debes tener en cuenta el número de hilos que componen su urdimbre (conjunto de hilos longitudinales) y el número de tramas (los hilos horizontales). Cuantos más hilos tenga la sábana, más finos serán, lo que será signo de una mayor calidad. Debes tener varios juegos para cambiar de sábanas con frecuencia y tener siempre un juego listo para colocar en la cama.

3- Sábanas blancas. Pese a ser muy clásicas, las sábanas blancas darán a tu cama un estilo impecable. Si además son de algodón egipcio, le aportarán un estilo aún más distinguido. El color blanco genera una sensación de bienestar que predispone al descanso. No obstante, estás en todo tu derecho a elegir el color que más te guste o que más se adapte a la decoración de tu cuarto.

4- Sábanas planchadas. En una cama perfecta, las sábanas deben estar planchadas con mucho esmero. Lo ideal sería hacerlo todos los días, pero en la mayoría de los casos es una misión imposible. La otra mejor opción es plancharlas cuando aún están húmedas, pero tampoco siempre es posible. Si cuando vas a colocarlas tienen alguna arruga por haber pasado unos días dobladas, puedes humedecerlas con unas gotas de agua y al colocarlas estiradas en la cama verás que las arrugas desaparecen.

5- Manos a la obra. Una vez que tengas las sábanas ventiladas procederás a quitar de la cama y dejar por separado todos los elementos: sábana bajera, sábana encimera y colcha o nórdico para empezar desde cero. No vale eso de estirar las sábanas y alisarlas de la mejor forma posible.

Y en este paso está la clave y el secreto mejor guardado para obtener una cama diez, digna del hotel más exclusivo. Se trata de la técnica conocida como Hospital Corner que se emplea para doblar las esquinas de la cama. Se utilizó primero en los hospitales y después, vistos sus buenos resultados, pasó a emplearse en los hoteles.

¿Y cómo hay que aplicarla? Coloca la sábana bajera bien ajustada al colchón. Si es con gomas, cerciórate de que quede bien metida y sujeta. Si es sin gomas, tipo encimera, métela por debajo del colchón a lo ancho y enseguida coloca la sábana encimera para meterlas juntas.

La encimera debe sobresalir unos 50 centímetros por la parte superior de la cama. Coloca el nórdico o la colcha poniendo el extremo de la sábana que habíamos reservado en la parte superior sobre esta capa y hacer así el sobre superior.

Ahora, cierra las esquinas de la parte inferior formando un triángulo que se ajuste por los lados formando un ángulo perfecto. Después debes meter debajo del colchón la tela que queda colgando en el centro. El resultado es un aspecto que se asemeja al de un regalo envuelto. Así, las sábanas quedarán totalmente ajustadas y no se saldrán aunque nos movamos mucho por la noche.

Reproducir a diario esta técnica en casa puede parecer algo complicado y, aunque al principio te cueste un poco, con la práctica conseguirás esa cama diez, la envidia de cualquier hotel de cinco estrellas.