La intervención el pasado martes de Volodímir Zelenski en el Congreso de los Diputados levantó una gran expectación y contó con una inesperada protagonista, Svitlana, la encargada de traducir las palabras del mandatario ucraniano.

La labor de la intérprete fue muy comentada, tanto en los medios de comunicación, como en las redes sociales, donde se destacó su marcado acento y su nerviosismo, e incluso hubo quién se atrevió a asegurar que no había sido la opción más acertada, y dado el nivel de castellano de una numerosa parte de los ucranianos, se podía haber elegido a otra persona con menos acento a la que se entendiera mejor.

Diego Losada, presentador del programa 'En boca de todos', consiguió hablar con la protagonista, que defendió que "lo intenté hacer lo mejor posible", en la entrega del formato de este miércoles.

SVITLANA HABLA EN 'EN BOCA DE TODOS'

La traductora ha intervenido en el espacio de Cuatro y ha asegurado que está "un poquito más tranquila".

Svitlana afirma que todavía "no me ha dado tiempo a reaccionar mucho", y sobre la traducción que realizó el pasado martes en el Congreso explica que "era todo muy rápido, tenía que concentrarme y hacerlo de la mejor manera", aun así, admite que "si alguien tiene críticas en cuanto a mi trabajo, lo entiendo".

La intérprete pide comprensión y revelaba que estaba muy nerviosa, debido a la gran responsabilidad que tenía en ese momento.

"Entiendo también que yo era un puente entre dos países, entre lo que un pueblo quería decir a otro pueblo. Esta responsabilidad te pesa muchísimo", confiesa, aunque tiene claro que esta experiencia supone para ella todo "un hito" en su carrera.

Al margen de la traducción en sí misma, Svitlana quiso compartir con los espectadores de 'En boca de todos', qué sintió al escuchar a Zelenski.

"Sus palabras, que habla con mucha emoción de las sensaciones suyas y de todo el pueblo, que son verdaderas; se transmiten multiplicándose por cien", comenzó a explicar la ucraniana y subrayó que el hecho de que este conflicto la afecte directamente, influyó inevitablemente en su trabajo.

"Cuando estás traduciendo o interpretando algo que no te toca es una cosa. Pero cuando estás interpretando algo que te toca desde la cabeza a la punta de los pies... imagínate. No lloraba porque me controlaba, pero tenía ganas", asegura la traductora.

Antes de terminar su intervención, quiso hacer balance de lo que supuso para ella poder traducir el discurso del presidente de su país.

"Es un honor traducir al presidente de tu país. Me ha compensado en todos los sentidos", señaló y añadió que "no dudé ni un minuto cuando me ofrecieron hacerlo. Estas cosas tienes que hacerlas sí o sí. Si te lo ofrecen es porque saben que puedes afrontarlo".

Svitlana tiene a toda su familia en Ucrania, concretamente en la ciudad de Lviv, asegura que está siendo muy duro, aunque mantiene contacto diario con ellos.

"Estoy hablando continuamente con mis padres, mi familia", y espera que la ocupación rusa "termine pronto", "Ojalá pueda ir este verano, verles y abrazarlos", desea.