Entre Boris Johnson y el príncipe Andrés, el Reino Unido está dando mucho que hablar en los últimos días, y no precisamente para bien. La familia real británica siempre ha destacado por sus polémicas y el hermano de Carlos de Inglaterra está acaparando titulares tras conocerse que tendrá que ir a juicio ante la acusación de abusos sexuales a menores. Ante la decisión del juez, la reina Isabel ha optado por retirarle el título de Alteza Real y todos sus honores militares.
No son las únicas malas noticias para el príncipe Andrés, ya que el enfado de la sociedad británica hacia él crece a la par que el interés de los tabloides por averiguar detalles íntimos del personaje. Así, según recoge Vanitatis, el periódico The Sun ha desvelado una serie de manías que el acusado tiene en la cama, y que nada tienen que ver con sus gustos sexuales, sino con unas curiosas exigencias de decoración.
La cuestión es que sobre la cama del príncipe, el servicio debe colocar su colección de animales de peluche y de cojines en un riguroso orden establecido por él (y con una fotografía como referencia), para así evitar que se pille un “berrinche”, como asegura un exmiembro de su equipo de seguridad.
El citado periódico británico detalla casi al milímetro cómo tiene que estar la cama del príncipe para que todo vaya bien. En el lado izquierdo, sobre el cabecero, debe estar un osito de peluche que sujeta un corazón; y sobre la cama, otro oso más pequeño con un collar. En el derecho, a los pies, un hipopótamo gris, con una pantera negra al lado y otro hipopótamo en el centro.
Los cojines también tienen su sitio en el centro, en el siguiente orden: primero el que tiene escrito ‘Daddy’ (papi) y después el de ‘Ducks’ (patos) y el de ‘Prince’ (príncipe).
No se sabe el motivo por el que son tan importantes para él estos objetos y su estricta colocación en la cama. Los rumores hablan de un valor sentimental o de que sean regalos de Sarah Ferguson o de sus hijas.