Recientemente vimos como la gimnasta Simone Biles anunciaba su retirada puntual de los Juegos Olímpicos de Tokio para cuidar su salud mental. Ante ello, fueron muchos los que la acusaron de débil y exagerada, demostrando que, a día de hoy, el cuidado mental sigue estando mal visto e infravalorado por la sociedad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 300 millones de personas en todo el mundo viven con depresión, una de las principales afecciones de salud mental. Es más, desde la organización avisan que para 2030 los problemas de salud mental serán "la principal causa de discapacidad en el mundo".
¿Cómo tratar la salud mental?
Las enfermedades mentales afectan gravemente a la persona, influyendo en su bienestar emocional, psicológico, físico y social. Generalmente, la sociedad tiende a hablar de enfermedades de salud mental en referencia a patologías tan graves como la depresión o la bipolaridad.
No obstante, esta es una idea que se debe matizar. Cualquier sentimiento que afecta de forma negativa en el bienestar de la persona es razón suficiente para animarnos a cuidar la salud mental, por mínima que creamos que es.
Es más, precisamente esta idea de infravalorar el problema es reflejo de que se consideren las afecciones de salud mental como una debilidad. Esto genera que una persona pueda llegar a sentirse cohibida o no se atreva a admitir que necesita ayudar para tratarse.
Ante ello, desde Mayo Clinic, entidad dedicada a las prácticas clínicas, animan a no dejar que los estigmas sean causa de vergüenza personal, y que en estos casos se hable con la familia, amigos y profesionales para buscar apoyo.
La pandemia, una razón más para no descuidar la salud mental
Con motivo del primer aniversario del decreto del estado de alarma durante la pandemia del coronavirus, la Confederación Salud Mental España lanzó la campaña 'Salud mental y COVID-19. Un año de pandemia'.
En ella, la asociación mostró como un 46% de la población española manifestó un incremento del malestar psicológico durante el confinamiento, sentimiento que, en muchos casos, ha perdurado traduciéndose en problemas de ansiedad, depresión e, incluso, sentimientos suicidas.
Uno de los sectores más afectados fue el sanitario donde, según el 'Primer Estudio Global sobre el impacto psicológico del covid den la salud de los trabajadores', un 40% del personal requerirá de una valoración personal por la presencia de trastornos de ansiedad y depresión tras la pandemia.
Por ello, ahora mas que nunca es importante tener claro que, cuando se trata de la salud de uno, nunca se debe infravalorar ni dejar de lado el tratamiento mental y no dudar nunca en acudir a un profesional para buscar ayuda.