MADRID. Los que aguantaron hasta las tres de la madrugada pudieron disfrutar del capítulo sin problemas, pero los que madrugaron para verlo antes de irse a trabajar se encontraron con el disgusto de un parón en el "streaming", muy criticado por los usuarios en las redes sociales, que pedían cuentas a HBO.
"Estamos experimentando ciertos problemas técnicos. Lamentamos las molestias. Trabajamos para solucionarlos lo antes posible", se ha disculpado HBO España en su cuenta de Twitter.
El estreno de la octava y última temporada de la ya considerada serie más ambiciosa de la historia de la televisión, con 47 premios Emmy logrados desde su estreno en 2011, tuvo lugar de manera simultánea a su emisión en Estados Unidos y llegará, capítulo a capítulo, cada semana hasta completar seis, que durarán entre 60 y 80 minutos.
Este primer episodio comienza con un gran cambio en la cabecera, aunque mantiene su conocidísima música, ya que el espectador es guiado por el mapa de los Siete Reinos directamente a Invernalia y a la fortaleza roja de Desembarco del Rey, marcando los escenarios que tendrán mayor protagonismo.
Los títulos de crédito también cambian para simular la nieve del invierno que ha llegado a Poniente y recibir los reencuentros más esperados de la serie.
La historia regresa un poco después de donde se quedó el final de la temporada pasada, con el gélido recibimiento que el Norte da al ejército de inmaculados de Daenerys; Sansa sigue desconfiando de la madre de Dragones y Jon Nieve conoce un hecho que cambiará el curso de las cosas.
A pesar de que en este capítulo no aparecen caminantes blancos, sí dejan señales de que ya van rumbo al sur a la guerra con Poniente, con Invernalia como primer destino.
A la espera de las secuelas ya en marcha, el capítulo final de "Juego de Tronos" se emitirá el 19 de mayo.