madrid - Le gusta todo lo que está llegando en televisión, es consciente de que el cine lo tiene un poco dejado de la mano de Dios, pero promete volver. De momento, solo piensa en lo que le va a deparar la nueva edición de Tu cara me suena.
Homo zapping es como un retorno a sus orígenes.
-Incluso más atrás, es como cuando estaba en la compañía La Cubana, donde me ponía mucha peluca, mucha brillantina... había mucho cante y mucho baile. Los humoristas siempre volvemos al lugar del crimen.
¿Cuál es su habilidad artística?
-Tener una cara muy dura y ponerme a imitar al artista que me toque...
¿Qué crimen va a cometer ahora en Tu cara me suena?
-Intentar entretener a partir de la imitación y la parodia a otros artistas. Es un formato que combina muchas artes. En esta edición va a haber gente que canta muy bien con otra que hacemos cosas.
¿Cosas? ¿A qué se refiere?
-Ja, ja, ja... Somos gente que afinamos lo justo y que intentamos compensar la falta de habilidades artísticas con buen humor; somos gente que le echamos mucho morro a la vida y queremos haceos reír en casa.
Algo así como hacer el indio con estilo, ¿no?
-Más o menos. Yo lo que quiero es que el espectador se lo pase divinamente y que no piense en los problemas de la semana.
¿Y a quién va a imitar usted?
-Pues no lo sé. Yo voy a ir muy abierto porque no sabemos quién nos va a tocar. Aún no hemos empezado a grabar, estamos de ensayos. Voy abierto a jugar, esa es la clave; jugar a lo que salga.
¿Sin limitaciones?
-Ya me gustaría. Si hablamos de cantar tengo muchas. Como me digan que imite a alguien que esté fuera de mis posibilidades, ya veremos lo que puedo hacer.
¿Canta en inglés?
-Esa es una de mis limitaciones, mi inglés es de relaxing cup of café con leche...
Podría imitar entonces a Ana Botella.
-Ja, ja, ja... Exactamente. En inglés no llego mucho más allá, más bien sería hacia abajo. Prefiero que me toque artistas más latinos. Pero hay que estar abiertos a todo y a trabajar.
¿Bailar?
-Bueno, un poco mejor, pero no es para echar cohetes. En fin, un desastre. No sé qué voy a hacer allí; bueno, sí sé, el ridículo.
¿Le gustaría hacer algún personaje que haya hecho anteriormente en algún otro programa?
-Pues no lo sé. En mi carrera no he hecho muchos artistas, muchos cantantes. Homo zapping era más un programa de parodias a periodistas, actores, actrices... Lo bueno de Tu cara me suena es que no voy a repetir, voy a hacer cosas nuevas. Bueno, cantar yo también canto.
¿Sí?
-Claro, yo me veo cantando bajo la ducha, es algo que hacemos todos en casa...
Todos, todos...
-Bueno, yo sí. Pero eso es algo muy íntimo y personal, creo que no son actuaciones aptas para el público de televisión.
Solo es cuestión de poner una cámara en la ducha.
-Pienso que ponerme una cámara para grabarme en la ducha es una de las pocas cosas que me faltan por hacer en televisión, pero no creo que debamos dar ideas, no sea que las copie alguna cadena, que ya ves cómo está la televisión.
Con las habilidades que tiene, a lo mejor compra a algún miembro del jurado.
-Estoy en ello, estoy en ello... Tengo un eslogan para esta edición de Tu cara me suena que es: Jamones para todos. Pero ahora me he enterado que una de las novedades de esta edición es que, si empatamos, nos podremos votar entre nosotros, los compañeros concursantes.
Pues le va a salir caro si piensa funcionar a golpe de jamón, seguro que no serán pata negra.
-Sí, al final me va a salir caro ganar una gala, voy a tener que comprar a medio plató. Soy muy partidario del soborno y de ese tipo de artes oscuras. Voy a ir sobre la marcha y si hace falta apoyar un poco mi candidatura, la apoyaremos.
Siendo tan partidario del soborno, no sé qué hace en televisión y no en el mundo de la política.
-Me gusta hacerlo desde el humor y, si hay algo que falta en la política, es el humor. Pero tampoco les pedimos a los políticos que sean humoristas.
Pues nos hacen reír...
-Y llorar, pero no vamos a pedirles a ellos que sean humoristas. Aunque a veces ya nos piden a nosotros que seamos políticos. Que cada uno se quede en su lugar y que nos vaya un poco mejor a todos.
Creo que lo que se les pide a ustedes es que sean políticamente correctos.
-Uy, qué barbaridad. Lo que nosotros hacemos no es realidad es humor y hay que meterlo en ese saco.
Bodegas ha tenido que pedir mil y una disculpas por el monólogo y enfado que generó en las asociaciones gitanas.
-Siempre lo he visto igual, creo que al humor le sobra teoría y le falta práctica. El humor como el amor hay que hacerlo, hay que practicarlo. Hablamos demasiado del humor, no se trata de hablarlo, se trata de practicarlo. Soy partidario de hacer humor de todo, pienso que no hay que tener cortapisas y que el público tiene que saber diferenciar lo que es ficción y comedia de lo que es la realidad. El humor es la mejor terapia que tenemos los seres humanos para afrontar esta tragedia que es la vida y que todos sabemos cómo va a acabar.
Se ha puesto en modo filosófico...
-Mejor nos lo tomamos con humor y, a partir de ahí, que cada uno se ría de lo que quiera y lo mejor que sepa. El humor no necesita tanta teoría, es como el carné de conducir, la teoría está muy bien, pero lo cuenta es la práctica, en el amor pasa lo mismo.
¿Cómo lleva el tema del cine?
-Necesita un tiempo y una dedicación que a veces lo tengo que dar a otros proyectos. Sigo escribiendo, sigo preparando proyecto, pero estoy a la espera de tener alguna temporada más tranquila. Espero no estar metido siempre entre fogones e imitaciones. Cada cosa tiene su momento.
¿Está disfrutando de su momento televisivo?
-Mucho, y en programas tan bonitos como MasterChef celebrity o esta nueva edición de Tu cara me suena. Creo que lo bueno es disfrutarlo mientras lo vives. A veces haces tres o cuatro cosas a la vez y acabas por no disfrutar de ninguna. Ahora prefiero, dentro de la medida de lo posible, intentar ordenar esa agenda. Estoy en el momento televisión y si el año que viene toca ficción, ahí estaremos.
¿Ha aprendido a cocinar?
-He aprendido a organizarme, me gusta mucho cocinar y toda la vida estás aprendiendo a hacerlo. Pero me he dado cuenta de que no somos conscientes de que si te organizas un poquito, todo es más fácil. Me siento muy a gusto conmigo mismo por haber aprendido a hacerlo y mi mujer contenta.
¿Tan desastre era?
-Ja, ja, ja... Está contenta porque cuando cocino dejo los fogones mucho mejor.
Se apunta a todo lo que le echen en televisión, ¿no?
-Ahora ya no, antes quizá me apuntaba a un bombardeo. El tiempo ha pasado y puedo seleccionar mejor que lo que hago. Estoy teniendo suerte y me están ofreciendo cosas muy atractivas. No me puedo quejar. Lo que sí te digo es que disfruto y que lo hago todo con humor y amor, yo practico las dos cosas.