La globalización tiene algunos aspectos positivos, como la destrucción de estereotipos. En el mundo audiovisual ha permitido que la hegemonía estadounidense sea menos abrumadora. La última gran sorpresa ha llegado del país del Bósforo y arrasa entre los espectadores de Nova, el canal femenino de Atresmedia. De hecho, su entrada en Europa se ha producido a través de España. ¿Alguien podía imaginar hace sólo un lustro que una serie turca iba a ser un exitazo desde Pakistán a Argentina, de Israel a la India o de Chile hasta Irán? Charo Calvo, responsable de selección de telenovelas y seriales de Atresmedia desde 1992 y por tanto del equipo que encontró la mina de Fatmagül; explica a este diario que “en Nova siempre habíamos emitido producto latino, de Venezuela y México fundamentalmente, también de Estados Unidos a través de Telemundo... Me llamó la atención que el producto turco tenía mucho éxito en países que son los principales productores de telenovelas y que estaban quitando el producto nacional para poner el turco en esas franjas. Empecé a investigar y a descubrir títulos que me encantaron, pedí que se compraran. Adquirimos Fatmagül como prueba. Antes emitíamos producto latino que venía en su idioma original, no sabíamos cómo iba a reaccionar el público de Nova ante una serie que había que doblar, cómo iba a aceptar un cambio de registro tan importante. La apuesta era arriesgada. Primero porque dejaban de ser telenovelas latinas, que son las dueñas y señoras del mercado; y segundo porque teníamos que doblarlas”.

Charo Calvo admite que le costó “mucho, mucho, mucho” convencer a sus jefes... “pero al fin nos metimos en este mundo. Es importante destacar que Nova no está emitiendo telenovelas turcas, son series”.

serie, no telenovela ¿Cuál es la diferencia? “Fatmagül o Amor de contrabando son series que se han producido en Turquía para cubrir un slot (hueco) de prime time (horario de máxima audiencia) un día a la semana. Las temporadas turcas son de largo recorrido, empiezan en septiembre y terminan en junio. Y el curso siguiente empieza otra vez en septiembre otra temporada. Así tienen un montón de capítulos, lo que a nosotros y a Latinoamérica nos permitió emitirlas de lunes a viernes un mínimo de tres meses”. “Al principio empezamos a darlos enteros, lo pedí yo porque, al ser productos de 90 minutos, el argumento y el ritmo del capítulo está diseñado para verlo en una noche”, añade. “Terminan en un punto de gran suspense (cliffhanger) para enlazar con la semana siguiente. Era muy importante al principio emitir los capítulos en su formato, duración y estructura original. Y nos fue bien. Poco a poco, y por necesidades de programación, decidimos reducir la duración y emitirlo de nueve y media a once menos cuarto”. La serie se basa en un libro de Vedat Türkali que denuncia la impunidad de los violadores en los años 70. En Turquía se emitió de 2010 a 2012.

¿Cuándo va a acabar en Nova? Charo Calvo es muy sincera: “Lo sé, pero no lo voy a decir. Estamos en los últimos episodios, no está decidido todavía cómo vamos a preparar el final. El viernes 15 emitiremos el capítulo en el que se casa Fatmagül, un evento importante porque después de todo lo que han pasado los pobres, verles vestidos de novios es un gran momento para los seguidores fatmaguleros”. Todo apunta a que el último episodio irá arropado por acontecimientos especiales, pero es top secret. En cuanto a la diferencia entre telenovela y serie, añade que “los personajes tienen muchos más matices, hay un desarrollo argumental más perfilado, con líneas argumentales paralelas muy importantes: además del tema de Fatmagül y Kerim están los temas de los violadores, de las familias, la tía que se enamora del abogado? son estas historias las que le permiten permanecer en emisión tantos meses una vez a la semana en prime time. El saber hacer de los guionistas logra que el tema central no sea de un país, sino universal. A cualquier persona, hombre o mujer, le va a hacer daño en el corazón y obligarle a tomar partido. Eso no ocurre con una novela latina, que te puede hacer reír o llorar, pero te pilla lejos; las series turcas son mucho más complejas”.

empatía Fatmagül ha cosechado cifras apabullantes de audiencia (casi un millón de seguidores diarios) y de share (algunos días sobrepasa el 5%) y va en aumento... Empezó a emitirse tras Amarte así, Frijolito, a la que ha superado. “Probablemente esté en la línea de nuestro principal éxito ever and ever (de todos los tiempos), Pasión de gavilanes, e incluso lo ha rebasado. La historia es muy buena, es una ficción muy bien producida, con muchísimos exteriores, mucho dinero invertido y se nota... pero lo principal es el guion. Cuando hago una selección de series o telenovelas para Nova, busco dos cosas: una buena historia y actores con química porque en el fondo es un drama pasional y debe haber mucha sintonía. Esta serie tenía ambos requisitos y además era un tema candente en nuestra sociedad porque coincidió con el juicio de La manada y es una historia de cuatro amigos que encuentran a una chica y la violan. Su emisión fue casual, jamás hubiésemos utilizado un tema así a nuestro favor, jamás”, explica la directiva de Atresmedia. En Turquía, Fatmagül tuvo gran repercusión y se replantearon leyes que juzgaban estos delitos.

Recalca que “generalmente, las series o novelas turcas, a diferencia de las latinas, tienden a crear mucha empatía. Normalmente no son historias tremendamente pasionales pero obligan a tomar postura, plantean temas éticos; y es uno de los motivos por los que Fatmagül ha tenido tanto éxito”. Turquía se ha convertido en una potencia audiovisual, es el segundo exportador sólo por detrás de EE.UU. Finalmente, recuerda que “no sólo el mercado turco es importante, hay otro muy interesante de series de este tipo en Corea y estamos viendo ficciones de otras nacionalidades. Nova aspira a traer historias atractivas, de la mayor calidad y de la procedencia que sea. Es un trabajo muy bonito”. El lado audiovisual de la globalización”.