eL Velar es la última incorporación de Range Rover. La marca británica especializada en concebir y desarrollar vehículos todoterreno de lujo ya ha entregado a sus propietarios las primeras unidades de este modelo, que se instala por encima del Evoque, a la par del Sport. El debutante recibe los últimos progresos de la tecnología y los enfunda en un diseño distinguido, más depurado si cabe que el de sus hermanos. Esa sugerente mezcla de prestancia y minimalismo se convierte en la principal seña de identidad del Velar, que consigue su poderío instalando resolutivas mecánicas diésel (180, 240 y 300 CV) y gasolina (250, 300 y 380 CV). Hacerse con tan sofisticado automóvil requiere desembolsar entre 60.250 y 124.750 euros.

La división Range Rover amplía y consolida su oferta con la incorporación de este cuarto pilar que es el Velar. La nueva creación, que debutó a mitad de año, alcanza ahora su velocidad comercial de crucero. Por dimensiones, ocupa una posición intermedia en el escalafón de la marca, bastante por encima del compacto Evoque, al que saca casi medio metro de eslora. Esa cota, que alcanza 4,80 metros, es muy semejante a la del Sport (los separan menos de cinco centímetros). Queda por encima de ambos la entrega contemporánea del gran Range. El Velar guarda muchas similitudes, estructurales y de componentes, con el Jaguar F-Pace. Es más tecnológico y señorial que este pariente con mayor propensión deportiva. Así pues, encaja mejor con las aspiraciones del público más familiar (y sibarita) que desea moverse con solvencia dentro y fuera del asfalto. Su confortable y exquisita cabina acomoda a cinco adultos con equipaje (dispone de 632 litros de maletero).

En su condición de SUV Premium, el nuevo modelo de Range Rover hace acopio de muchas e innovadoras tecnologías concebidas para hacer sus evoluciones más precisas, seguras y confortables. Tiene todo lo que se le puede exigir a un coche de sus características, pretensiones y precio.

Por el momento plantea media docena de motorizaciones de alto rendimiento. La mitad son bloques diésel, con 180, 240 y 300 caballos; en la vertiente de gasolina aparecen unidades de 250, 300 y 380 CV. Salvo los dos más solventes de cada combustible, que tienen estructura de seis cilindros en V, el resto son unidades de cuatro cilindros y dos litros.

Todos los propulsores van provistos de sistema de sobrealimentación por turbo y distribuyen su energía a las cuatro ruedas con ayuda de una transmisión automática de ocho relaciones. El Velar puede disponer de sistemas habituales de la marca como el Terrain Response, que permite elegir entre distintos modos la respuesta de transmisión, tracción y motor adecuada a la superficie por la que se rueda. Otro recurso a su alcance es el All Terrain Progress Control, que asume el control de las evoluciones en el campo a baja velocidad (hasta 30 km/h) dejando al conductor a cargo del volante.

El Velar propone cuatro definiciones escalonadas. A la inicial, que no es precisamente austera, se suman los acabados S, SE y HSE, que van enriqueciendo progresivamente sus dotaciones. Además, durante el primer año en activo del este modelo, Range Rover ofrece una ejecución First Edition más completa y suntuosa; va asociada a los dos motores de seis cilindros, el diésel de 300 CV y el gasolina con 350.