EL C3 Aircross es la segunda gran apuesta renovadora de Citroën. Tras el punto y seguido marcado por el turismo compacto homónimo, la casa francesa propone un derivado con atuendo campero. El Aircross, un coche con modales urbanos y rasgos de todoterreno, oferta reputadas motorizaciones diésel y gasolina de 82 a 130 CV y tres puestas en escena. Su tarifa oficial cubre una franja económica entre 14.000 a 21.400 euros; la serie especial de lanzamiento My Edition, limitada y numerada, con dotaciones cerradas y motor de gasolina (110 CV), reclama 16.990 euros.

El nuevo aspirante a la fama es una suerte de C3 con tacones o, mejor dicho, con zapatillas de trekking y traje de campaña. Eso no implica un enfoque especialmente aventurero, sino un nuevo estilo de vida: el que triunfa entre el público. Este producto práctico y coqueto, refuerza su candidatura acumulando argumentos tecnológicos, así como originales soluciones estéticas y de modularidad.

Citroën también propicia la singularidad con el C3 Aircross, que opta por un enfoque colorista. Plantea abundantes posibilidades de personalización al ofertar hasta 85 combinaciones cromáticas. Salen de mezclar ocho tonos de carrocería, cuatro de techo para las versiones bitongo y cuatro Packs Color. Las oportunidades de confeccionarse un coche a medida continúan a bordo. Los diseñadores de la firma de los galones han concebido cinco ambientaciones diferentes de la cabina, casi ninguna sobria.

El programa AvanceConfort de la marca deja su huella a bordo garantizando el bienestar de sus inquilinos. Suministra asientos anchos y cómodos que, además, propician una habitabilidad sin parangón. El recién llegado promete la mejor altura bajo el techo, amplio espacio para las piernas y una ingeniosa modularidad. Contribuyen a la misma soluciones como la banqueta deslizante, con dos secciones independientes, la posibilidad de plegar el asiento del copiloto para transformarlo en mesa (procura así una longitud de carga de 2,40 metros) y el portaequipajes con mayor volumen del segmento (410 litros, que pueden aumentar hasta 520).

El C3 Aircross es uno de esos productos mestizos de todoterreno ligero y monovolumen escueto que ahora imperan. Su compacidad -mide 4,15 metros de largo, 1,76 de ancho y 1,64 de ancho- no impide homologarlo para cinco teóricos ocupantes. Se mueve con más o menos agilidad, incluso con desparpajo, dependiendo de la motorización elegida. Da a elegir, por un lado, bloques de gasolina Pure Tech 1.2 de tres cilindros, con 82, 110 y 130 CV. De otra parte sugiere mecánicas gasóleo BlueHDi de 100 y 120 CV.

Están vinculados a cajas de cambios manuales, de cinco o seis marchas, aunque el motor de gasolina intermedio puede instalar transmisión automática. En todos los casos, las motorizaciones remiten su energía a las ruedas delanteras, puesto que el constructor renuncia a instalar tracción integral. Sugiere en su lugar el sistema Grip Control, un recurso de gestión inteligente de la tracción delantera. Resulta bastante eficaz en la conducción normal por carreteras deslizantes y, además, es mucho más económico que un mecanismo 4x4 convencional.