bilbao - Dice que nunca pensó que una serie diaria fuera tan dura, pero no se arrepiente y está encantado con su personaje, un excalde republicano con quien está de acuerdo ideológicamente.
¿Cómo se arregla con teatro y una serie diaria?
-Me voy a dejar la vida aquí, es realmente duro y ya no tengo edad para esto...
No diga eso, se le ve estupendo.
-Ja, ja, ja... Yo lo he hecho toda la vida, siempre he compaginado la tele con el teatro; pero una serie diaria es muy dura, hay que estudiar mucho. Es una barbaridad.
¿Se arrepiente de haber aceptado trabajar en ‘Amar es para siempre’?
-No, nunca me arrepiento de trabajar. Sin ir más lejos, este domingo (mañana), a las diez, después de la función, me cojo un autobús para grabar el lunes. Me recogen a las ocho de la mañana, voy a dormir cuatro o cinco horitas, y después me vengo para acá, que tengo función el martes.
Ha nacido para trabajar.
-Para trabajar no, para trabajar en esto, no en otras cosas, no me veo fuera de la interpretación.
Hablemos de su personaje.
-Soy un exalcalde republicano que huyó de Franco y se escondió en una especie de zulo, lo tenía su hermano escondido, un topo le llamaban entonces.
¡Vaya papelón el suyo!
-Es muy curioso, la verdad, le tengo mucho cariño a este hombre, se llama Benito, fue alcalde de un pueblo de Guadalajara. Tengo la suerte de hacer un personaje, un republicano, con el cual estoy muy de acuerdo ideológicamente. Por primera vez, me gusta el mensaje que está dando mi personaje.
Mire usted que ha hecho personajes de televisión después de ‘Los Serrano’ y, sin embargo, siempre será ‘El Fiti’.
-Es verdad que Los Serrano fue muy potente, pero antes fue Médico de familia y lo que tú me estás diciendo ahora me lo decían por el personaje de esta última serie: Tú siempre serás El Poli. Vino El Fiti y eclipsó a Poli.
¿Le molesta?
-Para nada, bienvenido sea porque son personajes muy entrañables, muy divertidos, mejor que te recuerden por eso que por otra cosa.
Dice que se va a dejar la vida. ¿No ha tenido ganas de tirar la toalla y quedarse solo con un trabajo?
-El secreto está en cuidarse y tomárselo como si fuera un deporte de alta competición. Realmente es duro, pero cuidando las horas de sueño y la alimentación se puede hacer todo.
¿Y el estrés?
-Uno ya no entra en esos niveles de estrés de cuando era más joven, que te dejabas la vida y te ponías muy nervioso porque no ibas a llegar. Te lo tomas de otra manera y el cuerpo te lo agradece.
¿Tiene algún proyecto más?
-¿Qué quieres? ¿Matarme? Quita, quita... No me entra nada más en mi vida. De hecho, tenía más cosas en agenda antes de que me llamaran para Amar es para siempre, surgió esta serie y me quedé con ella. Hice la temporada pasada y renuevo para esta.
Suele ser raro que, salvo el elenco de ‘El Asturiano’, renueven los personajes de ‘Amar es para siempre’.
-Cierto, pero me casaron con Anabel Alonso, nos llevamos bien, damos juego como pareja y eso hay que aprovecharlo. Una pareja como la nuestra no se puede deshacer, es hasta que la muerte nos separe...
¿De verdad?
-De verdad, pero ya sabes que en la tele o te dan larga vida o te matan a la primera.
Dicen que salimos de la crisis.
-¿Te lo has creído?
¿Cómo de dura es su profesión?
-Vamos a las estadísticas, lo último que se publicó fue que vivir bien de esto no llega a un 10% de actores. Imagínate la miseria que hay, te encuentras con mucha gente conocida que no sale adelante.
Imagine que no es actor, ¿en qué profesión se ve?
-No lo sé, con el tiempo intentas hacer otras cosas. Tengo muy buena mano con las artes plásticas. Tengo un taller, pinto, ahora estoy haciendo acuarelas, hice escultura de hierro... Me veo trabajando en algo relacionado con lo creativo. Seguramente donde no me vería sería en un trabajo de ocho horas y en una oficina, eso seguro; pero enredando con las cosas e intentando parirlas sí.
¿Qué pasa cuando el teléfono no suena?
-Que hay que intentar un plan B, no tener todos los huevos en la misma cesta, pero puede ocurrir y hay que estar preparado para ello.
¿Ha tenido suerte?
-Mucha. No he estado parado, no he tenido que pedir el paro nunca. Dios, qué barato le estoy saliendo al Estado español.
¿Es hormiga o cigarra?
-Con el tiempo soy hormiga, al principio te lo fundes todo.
¿Recuerda el primer capricho que se permitió?
-Un apartamento en el centro, me pillé un ático en la Plaza del Sol.
¡Qué bien! Ve las campanadas desde su terraza.
-Pues no, me voy, no me gusta tanta gente junta...
Y lo dice alguien que adora el fútbol.
-No es lo mismo ver a mi equipo, al Athletic, en San Mamés, por mucha gente que haya, que las campanadas.