MADRID - A sus 65 años, y contra todo pronóstico, Vicente (Ricardo Arroyo) se convierte en el nuevo presidente de Mirador de Montepinar tras un sorteo. A pesar de las advertencias de Antonio sobre el peligro que supone dejar las riendas de la comunidad al hombre cojín, los propietarios del complejo residencial celebran el nombramiento del padre de Lola, que afrontará el marrón de su vida junto a Fermín, decidido a reflotar el inmueble y a despistar unos eurillos. Así arranca uno de los principales ejes de la novena temporada de La que se avecina que Telecinco estrena hoy.
Inaugura así “una temporada centrada en personajes que consiguen sus objetivos”, según Alberto Caballero, creador de La que se avecina junto a Laura Caballero y Daniel Deorador. Sin embargo, la consecución de los sueños de los protagonistas conllevará un éxito dispar: Amador, hombre mantenido con descapotable full equipe y un cuantioso sueldo mensual, buscará incesantemente la admiración de Maite; Enrique, nuevo alcalde del municipio, acometerá una titánica labor para hacer imperar la transparencia, honradez y pulcritud en su mandato; y Maite, que ha recuperado su estatus social gracias a la extraordinaria acogida de su primera novela erótica, tendrá que tolerar a Amador hasta que ambos recuperen a sus hijos.
Novedades Cuatro nuevos personajes, a los que darán vida Luis Merlo (un consumado pianista adicto a las sesiones de terapia con Judith), Miren Ibarguren (una atractiva costurera que seducirá a Amador), Víctor Palmero (el fallecimiento de su novio sumirá a la hija transexual de Antonio y Berta en una profunda depresión) y Ernesto Sevilla (el hermano de Amador llega a la urbanización de visita y su estancia se prolongará indefinidamente) recalarán en esta extravagante comunidad, creando más conflictos y dificultades añadidas en una etapa marcada por nuevos romances, reconciliaciones y emotivos reencuentros. La novena temporada, producida por Telecinco en colaboración con Contubernio, contará con la colaboración especial de Loles León y Miguel Rellán.
En esta etapa, los Cuquis logran recuperar a sus hijos y ascender en la escala social; Chusa, la exnovia de Coque, comienza a trabajar en casa de Maite sin remuneración pero a cambio de cobijo; Enrique y Araceli debutan como alcalde y primera dama del Consistorio; los Recio, recién casados, tendrán que abordar el delicado estado anímico de Alba tras el fallecimiento de Leo; Coque, enamorado de Nines, decide dar un paso adelante en su relación; Fina proseguirá su cruzada contra los residentes de Mirador de Montepinar, Judith afronta una etapa particularmente difícil, angustiada por la cercanía de los 40 y en conflicto permanente con Enrique; mientras Lola está decidida a convertirse en el ama de casa perfecta y Javi se agobia por las cargas familiares.