Madrid - El movimiento slow food, que desde Italia se ha propagado al mundo en su defensa de la cocina de proximidad y la agricultura sostenible será el eje de la cuarta temporada de MasterChef, que se estrena el 6 de abril en La 1.
Una nueva edición en la que un 25% más de aspirantes que en la anterior, 20.000, demuestran que “mientras que en los concursos de talentos las canteras se agotan, aquí siguen creciendo; el fenómeno MasterChef va de niños a mayores en una sociedad cada vez más educada en gastronomía”, dijo ayer durante la presentación el director de Contenidos de TVE, Carlos Mochales.
Tantas solicitudes han hecho que la labor de selección de los 15 que competirán por el título de MasterChef haya sido “espectacular”, donde se ha demostrado que el nivel de cocina es superior al de los años anteriores, especialmente “de Despeñaperros para abajo, porque hay muchos concursantes del sur”, reveló la presentadora, Eva González.
Las sorpresas que depara al espectador esta cuarta temporada comenzarán con el primer programa, que se emitirá el 6 de abril a partir de las 22.15 horas, donde 15 aspirantes que se creen ya dentro del concurso tendrán que ganarse el puesto compitiendo con otros 15 que piensan lo mismo.
multicultural “Ahí competirán dos hermanas gemelas o una madre contra su hijo”, desveló Macarena Rey, directora general de Shine Iberia, que lo produce junto a TVE. También anunció que habrá más concursantes de otros países que nunca: “Una modelo rusa, una presentadora venezolana, un empleado de hogar filipino...”.
También “personajes” como “una ermitaña de Huesca, un ingeniero gallego afinador de gaitas que trabaja como controlador aéreo y es un loco de la cocina molecular, un pintor industrial de Albacete que parece salido de un programa de José Mota...”. Todos ellos se verán las caras en un primer programa “lleno de combates, cargado de emoción, de lágrimas y risas casi a partes iguales”.
Y aunque el nivel de cocina es “cada vez más alto”, gracias en parte a aspirantes “resabiados que se han visto una y otra vez todos los programas”, sigue habiendo concursantes que “la lían parda, eso no ha cambiado”, para desesperación de los jurados Samantha Vallejo-Nágera, Pepe Rodríguez Rey y Jordi Cruz.
En esta edición un concursante ha abandonado, no por motivos personales como ocurrió anteriormente con Gonzalo, sino porque no pudo aguantar el ritmo del programa. “Lo vivimos con sorpresa y con mucha pena, era de los más queridos por sus compañeros. Pero es que grabar MasterChef no es fácil, requiere muchísimos madrugones, se viaja mucho, cocinan en el exterior con frío y con viento; hay gente que no puede con ese ritmo. Y lo compaginan con clases magistrales de cocina”, explicó Eva González, quien se reconoce “más foodie” desde que presenta el programa.
Habrá pruebas fuera del estudio, como la del Monasterio de Montserrat que homenajeará a la cocina catalana, la del Corral de Comedias de Almagro con su menú quijotesco, la que protagonizarán en Narbona (Francia) en reconocimiento a la gastronomía gala, o la de Torrejón (Madrid), donde cocinarán para la Unidad Militar de Emergencias.
También muchos cocineros invitados, que suman más de 50 estrellas Michelin, como Carmen Ruscalleda (Sant Pau), Ángel León (Aponiente), Diego Guerrero (DSTAgE), Roberto Ruiz (Punto MX) o Macarena Castro (El Jardín).
Y anteriores concursantes, muchos de los cuales han conseguido labrar su futuro en el mundo de la cocina, como el ganador de la primera edición, Juanma, jefe de cocina de Real La Joya, en Almería.
En esta edición, los responsables del programa se han propuesto divulgar, tanto entre los concursantes como entre el público, la filosofía slow food. “Mi abuela lo practicaba hace 60 años, es cocinar con lo que tienes a tu alrededor, lo que pasa es que eso se perdió y ahora se está recuperando”, apuntó Pepe Rodríguez. - Efe