La quinta edición del A4 ofrece más de lo mismo. Audi revalida su apuesta por la sofisticación tecnológica y la discreta elegancia formal. Leal a sus principios, la marca de las argollas aplica una sutil regeneración a la berlina de talla media. Está decidida a deshacer, de una vez por todas, el empate técnico que este modelo viene cosechando frente a los compatriotas de BMW (Serie 3) y Mercedes-Benz (Clase C). El A4 2016 es redundante desde el punto de vista estético e innovador bajo el prisma de la técnica; en ese ámbito prospera más bien poco, porque ya no queda mucho margen hasta la excelencia. En noviembre llegarán las primeras unidades de este distinguido coche, disponible con mecánicas de 150 a 354 CV a partir de 33.000 euros (dos mil más si lleva envase familiar Avant).

La reiteración en el diseño quizá reste alicientes a ojos de la clientela más sensible a las modas, pero garantiza la sintonía con ese grueso del público nada proclive a los cambios radicales. Audi no está para asumir riesgos y apuesta sin pudor por la monotonía, es decir, por lo que lleva años dando en el clavo. Y eso no es otra cosa que la combinación de una estampa serena y distinguida con recursos técnicos de primer orden. La receta funciona y se vende bien, pese a que el precio va acorde a la entidad del producto.

La remesa a punto de recalar en los distribuidores de la casa se hermana con la anterior vistiendo un atuendo muy similar, pese a que emplea una plataforma más moderna. Las proporciones son, asimismo, semejantes. El nuevo A4 ocupa 4,726 metros, dos centímetros y medio más que antes; es más o menos lo que crecen la anchura y la distancia entre ejes (1,84 y 2, 82 metros, respectivamente), mientras que la altura se mantiene (1,43 m.). No hay, por tanto, progreso en la habitabilidad, pese a lo cual sigue siendo un automóvil capacitado para desempeñar los quehaceres propios de una familia (el sedan tiene 480 litros de maletero y el Avant 505). La puesta en escena sí que gana enteros, en especial cuanto más exigente sea el cliente y copioso el desembolso.

También mejora sensiblemente el equipamiento. Todos los A4 incorporan el ‘Audi pre-sense city’, que previene colisiones por alcance y atropellos. Por medio de una cámara delantera, dicho sistema alerta al conductor y, si éste no reacciona a tiempo, interviene sobre el vehículo para evitar accidentes; es totalmente eficaz por debajo de 40 km/h y hasta 85 km/h logra atenuar los daños. Asimismo, el modelo puede disponer, de proyectores LED, de un control de crucero adaptativo con Stop&Go que incluye el asistente de conducción en atascos (acelera, frena y lleva el volante hasta los 65 km/h), de instrumentación virtual ‘cockpit’ y de sistema de sonido 3D de Bang&Olufsen.

La firma alemana propone tres ejecuciones complementarias al acabado inicial. La Advanced Edition incorpora, entre otros detalles, llantas de aleación de 17 pulgadas, sistema MMI de navegación, ayuda al aparcamiento trasero, Smartphone interface ‘Audi connect safety&Service’ (incorpora llamada de emergencia y control del vehículo desde una app en el móvil) y Tempomat con limitador de velocidad. La Design Edition agrega una ornamentación propia (cromados y llantas específicas), además de climatizador de tres zonas, ‘phone box’ con carga por inducción, paquete de iluminación interior, espejos plegables y apoyabrazos. El Sport Edition adopta el estilo S line y elige llantas de aleación de 18”, volante y asientos deportivos, molduras interiores de aluminio y una tapicería exclusiva.

La tarifa del Audi A4 comienza en 33.000 euros, importe de la berlina con motor 1.4 TFSI de 150 CV; con el 2.0 TDI de idéntico rendimiento sube a 34.600 euros, 35.040 con Advanced Edition; Sport y Design tienen un sobrecoste de 2.000 euros respecto a ésta.