L A gasolina comienza a cobrar peso específico. Quizá aún no entre los usuarios, mayoritariamente partidarios del hipotético ahorro que propicia el gasóleo, pero sí entre unos fabricantes obligados a anticiparse a los acontecimientos con motorizaciones más eficientes en el plano medioambiental. Así se explica el desembarco de nuevas mecánicas a gasolina en la gama Citroën, hasta ahora especialista en el desarrollo de unidades diésel. La marca de los galones introduce solventes, austeros y limpios propulsores en el Cactus y en el C3, operación que repite su división de lujo en el DS3.

Tres intervenciones casi simultáneas ponen al día la oferta mecánica a gasolina en otros tantos modelos. Este proceso de renovación técnica lo vertebra el propulsor 1.2 litros con 110 caballos de la serie Pure Tech. Es la factura intermedia de una mecánica con estructura de tres cilindros que incorpora turbocompresor e inyección directa de gasolina a alta presión. Esta nueva alternativa, presente cada vez en más modelos del grupo PSA (Peugeot y Citroën), destaca por brindar un par motor elevado y constante, lo que redunda en una respuesta suave e inmediata a cualquier ritmo de trabajo. La complicidad del sistema Start&Stop, que para y arranca automáticamente el motor en las detenciones, propicia una interesante reducción de gasto y contaminación.

El propulsor tricilíndrico de 110 CV, que a partir de ahora se instala en el C3 y el Cactus, acredita promedios semejantes en ambos casos. Declara oficialmente unos sorprendentes 4,7 litros de consumo medio ideal, que comportan unas emisiones de dióxido de carbono de 107 g/km.

El modelo compacto sustituye con este nuevo propulsor al VTi de cuatro cilindros. Pese a contar con diez caballos menos, el debutante presenta credenciales más brillantes (el Pure Tech gasta un 17% menos). El C3 también dispone de la variante anterior, con rendimiento de 82 caballos, que cumple las exigencias de la normativa Euro6 y se conforma con un mínimo de 4,3 litros a los cien. Citroën asocia la interpretación Pure Tech de 82 CV a caja manual de cinco marchas y a los acabados Tonic y Collection (12.600 y 13.150 euros). El candidato S&S de 110 CV viste la puesta en escena Exclusive (16.380 euros).

En el Cactus, esta nueva motorización se erige en la más solvente del reparto. Llega asociada a las terminaciones Feel, FeelCool y Shine, que se escalonan desde 17.400 a 18.700 euros.