olite - Ópticas de profesión, las hermanas Muruzábal se han convertido en las concursantes revelación de la décima edición de El Conquistador del fin del Mundo de ETB 2. Aunque estuvieron muy cerca de proclamarse vencedoras del concurso, ellas dicen sentirse "ganadoras" por el mero hecho de haber podido disfrutar de esta experiencia.

¿Qué se siente al haber batido todos los récords a la hora de ser elegidas las favoritas del público?

-Estamos súper contentas. No nos esperábamos tanto apoyo y no tenemos palabras para agradecérselo a la gente. Creemos que la clave ha sido no desvelar los deportes que practicábamos para parecer más débiles. Dijimos que solo paseábamos de vez en cuando, pero en realidad llevamos desde pequeñas haciendo gimnasia rítmica, fútbol sala, ballet, kick boxing o escalada.

El premio consiste en 3.000 euros y un viaje por Europa.

-Sí, eso es. Si nos encajan las fechas queremos irnos a Turquía. Además, invitaremos a la familia y a la cuadrilla a una gran comida.

¿El concurso es tan duro como se hace creer a los telespectadores?

-Más. Los dos primeros días, además de no comer nada, sufrimos deshidratación porque nos daba un poco de miedo beber agua del río ya que no contábamos ni con pastillas para potabilizarla ni con fuego para hervirla. Después nos dieron un kit de supervivencia, que compartíamos entre las dos, con dos latas de sardinas, una de caballa, un poco de arroz y harina de maíz. Al principio el cuerpo da mucho bajón, pero luego se mantiene. Psicológicamente la falta de comida y el cansancio te van mermando y llegas a un punto en el que no puedes ni pensar con claridad.

Al final no pudo ser y Eneko Van Horenbeke se alzó con el título.

-Es el más completo. Es muy fuerte psicológicamente y la estrategia también se le da bien. De todos modos nos sentimos ganadoras. Hay que saber perder y nosotras lo hemos hecho contra un deportista de élite, así que estamos orgullosas.

Aún y todo desempeñaron un buen papel quedando en segundo (Irene) y cuarto puesto (Sheila).

-Nos veíamos con posibilidades de llegar lejos, pero en el Conquis no sabes cómo te va a reaccionar el cuerpo, si vas a aguantar o si vas a caer bien a la gente. Entran muchos factores en juego que no dependen de ti.

La condición física, por tanto, es importante pero no determinante.

-Creemos que el 50% lo determina el estado físico, el 40% la mente y la estrategia que tomes y el 10% restante depende del factor suerte.

¿Qué prueba les resultó la más complicada de todas?

-La de la pista americana. Tuvimos que nadar en un agua muy fría, que estaba a unos 11 grados, y luego enfrentarnos a varios obstáculos que había que superar a pulso trepando por una cuerda. Cometimos el error de no ponernos chaleco salvavidas y de repente sentimos que no podíamos seguir nadando. La hipotermia no nos dejaba pensar y nos quedamos sin fuerzas.

¿Con qué se quedan de esta experiencia? Con los compañeros, imagino.

-Con todo el conjunto. La gente tiene pocas oportunidades de ir a Argentina, las pruebas están curradísimas y el paisaje es una pasada. Nos lo hemos tomado como un reto personal para ver hasta dónde aguanta el cuerpo.

¿Afrontar este reto con su hermana lo ha hecho más llevadero?

-Fuimos con esa ventaja. Al principio no pudimos dar todo de nosotras mismas porque competíamos atadas, pero ha sido un pilar fundamental.

¿Recomendarían la experiencia?

-Por supuesto, a todo el mundo porque es un concurso muy completo. Es muy exigente tanto física como psicológicamente, pero merece la pena. Además, te enseña a ser menos capitalista y a valorar las cosas que tenemos, por pequeñas que sean. Con sentarte en un sitio cómodo, con algo de calor, o con que simplemente saliese el sol ya te veías contenta.Para acabar cuéntennos alguna anécdota...

-En la Patagonia nos pasamos dos días comiendo cicuta hasta que nos dijeron que lo que estábamos comiendo, a lo que nosotras llamábamos "zanahorias patagónicas", eran venenosas. También les comentamos que habíamos nacido unidas por la oreja y el dedo, siamesas vaya, y la gente se lo creyó hasta que una vez aquí se enteraron de la broma.

¿Cómo afrontan la vuelta a la rutina?

-Con naturalidad. De hecho nos apetece bastante seguir con nuestras vidas.