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Jeep saca el Cherokee de paseo

El macizo 4x4 renace reconvertido en esmerado y desenvuelto SUV. El constructor americano enfatiza las cualidades ciudadanas del modelo sin renunciar a sus estimables facultades trepadoras

Jeep sucumbe a la moda y refina el recio Cherokee, que resurge con marcada vocación civil. Modifica de manera drástica el fuselaje y dulcifica sus modales para amoldarse a las preferencias de un público cada vez más sosegado y sedentario. La evolución manda a paseo el veterano proyecto, pero respeta las esencias 4x4 que atesora el linaje Cherokee. El último retoño emula al Grand hermano acompasando las aptitudes escaladoras con maneras, facturas y dotaciones propias de una berlina cosmopolita con pretensiones. El constructor norteamericano lo oferta con tracción delantera e integral, tres definiciones de producto y otras tantas motorizaciones (gasolina de 272 CV y turbodiésel con 140 y 170) a partir de 36.250 euros.

Una vez más, el nombre es el único rastro que sobrevive al salto generacional. Es uno de los contados detalles que hacen reconocible al debutante, pariente remoto del modelo extinguido oficialmente a finales de 2011. El Cherokee actual mantiene una talla semejante (el fabricante no precisa las dimensiones), pero transfigura su envase de cinco puertas. Los rasgos abruptos que distinguían a las entregas precedentes ceden paso a un diseño indiscutiblemente más estilizado. Las primeras miradas se ven atraídas por la proa, aguzada por un perfil longitudinal que confiere un curioso pliegue a la típica parrilla de siete barras.

La nueva hechura moderniza la fisonomía del vehículo profesando una precaria lealtad al estilo tradicional. Este cambio repentino en el discurso estético constituye una apuesta arriesgada dada la singularidad de Jeep, algunos de cuyos clientes son especialmente apegados a las tradiciones. En cualquier caso, es ese público quien tiene la última palabra, la que separa el éxito del fracaso.

Lo que no se puede cuestionar del nuevo Jeep es su afán de superación, que se plasma en un innegable aumento del empaque. El refinamiento pretendido por los diseñadores penetra hasta las entrañas del vehículo y contagia a la puesta en escena, a la entidad de los materiales y a la provisión de equipamiento. Esta búsqueda de la excelencia acorta distancias con el Grand Cherokee, modelo con el que comparte algunas soluciones técnicas avanzadas. A los sistemas habituales en coches de su calibre (siete airbags, control de estabilidad con función antivuelco, ABS calibrados para el campo, etc.) agrega la posibilidad de instalar sistema anticolisión con frenado autónomo, control de crucero adaptativo (acompasa la velocidad a la del vehículo precedente), localización y maniobra de aparcamiento, alerta de abandono de carril, control del ángulo ciego y de marcha atrás, conectividad con pantalla táctil y navegador, etc.

El modelo, que emprende su comercialización el mes que viene, propone tres calidades de presentación escalonadas, tres opciones motrices, así como variantes con tracción delantera e integral. El reparto de propulsores incluye un minoritario V6 de 3,2 litros y 272 caballos, condenado a verse eclipsado por las dos opciones del gasóleo 2.0 Multijet II con Stop/Start, una de 140 y otra con 170 CV. Ésta puede sustituir la caja manual de seis marchas por la nueva transmisión automática secuencial de nueve relaciones, compartida con la mecánica de gasolina. Jeep no facilita, por ahora, ni cifras oficiales de prestaciones ni consumos homologados por estas motorizaciones.

Aunque buena parte de los pedidos optarán por tracción delantera, Jeep incluye en la gama Cherokee tres sistemas 4x4 de eficiencia progresiva: el más sencillo activa la motricidad total cuando detecta baja adherencia sin necesidad de que intervenga el conductor; el intermedio cuenta además con reductora y el más completo la acompaña de bloqueo del diferencial trasero para ganar efectividad en zonas de orografía complicada.

Tres motores Jeep establece en 36.250 euros la línea de partida económica del nuevo Cherokee. Ese importe corresponde a la variante con tracción delantera, acabado básico y mecánica turbodiésel de 140 CV. El precio asciende al solicitar terminaciones o motores superiores (Multijet II de 170 CV o gasolina V6 3.2 de 272) hasta alcanzar los 54.940 euros.