Londres. La BBC afronta una profunda crisis por la divulgación de un controvertido reportaje - en el programa Newsnight el pasado día 2- sobre abusos sexuales de menores en Gales que salpicó al antiguo político conservador lord McAlpine, antiguo tesorero de la ex primera ministra Margaret Thatcher. El sábado, el director general de la cadena, George Entwistle, anunciaba su dimisión por el reportaje no contrastado que acusaba erróneamente de pederastia al político conservador. En cambio, el programa Newsnight decidió no divulgar el año pasado una investigación sobre supuestos abusos cometidos por Savile.
Pero los escándalos se multiplican en la cadena británica tras hacerse público la millonaria indemnización que cobrará George Entwistle tras la dimisión: 450.000 libras (558.000 euros) por 54 días de trabajo. La Fundación BBC dijo que Entwistle había recibido un año de salario, lo que corresponde a 10.540 euros por cada día que pasó como director general, para "reflejar el hecho de que él seguirá ayudando a la BBC" para resolver las investigaciones internas sobre el caso Savile.
La explicación no parece haber convencido a la opinión pública ni a diversos políticos británicos, entre ellos al primer ministro, James Cameron. Un portavoz del primer ministro aseguró que "es difícil de justificar" la decisión de la BBC de pagar el sueldo anual completo a Entwistle.
La diputada laborista Harriet Harman, número dos del principal partido de la oposición en el Reino Unido, calificó también de "injustificable" la decisión, teniendo en cuenta que la BBC es una entidad pública. La BBC, que cuenta con 24.000 trabajadores, se financia a través de una licencia que paga el contribuyente en el Reino Unido.
Se apartan Durante el día de ayer, también se produjeron dos ceses en la cadena pública británica. La directora y el subdirector de informativos de la BBC, Helen Boaden y Stephen Mitchell, se han apartado de sus puestos a la espera del resultado de una investigación interna sobre el polémico caso del presentador Jimmy Savile. Boaden y Mitchell han acordado apartarse de la toma de decisiones de los informativos mientras se espera conocer el contenido de la llamada investigación Pollard, relativa al caso Savile. Savile, fallecido el año pasado, fue durante muchos años el presentador estrella de la cadena y al parecer abusó durante mucho tiempo de menores, incluso en las mismas instalaciones de la BBC.
La BBC aclaró ayer que ni Boaden ni Mitchell están directamente afectados por el caso del expolítico McAlpine, sino que la decisión se ha tomado en relación a la investigación Pollard. Boaden tiene responsabilidad editorial sobre todas las noticias del Reino Unido y el mundo que se emiten por radio, televisión y por la página electrónica de la BBC.
Por su parte, el director en funciones de la cadena pública, Tim Davie, dijo ayer que la BBC tiene que volver "a tomar el control" y establecer "una línea clara de actuación".
En un correo electrónico enviado a los 24.000 trabajadores de la cadena pública británica, Davie dijo que "los últimos días y semanas han sido excepcionalmente duros" y que su objetivo es aportar la "claridad de liderazgo que se merece la BBC". Ha sido un episodio muy difícil y en la BBC lo más importante es la credibilidad, debe transmitir confianza. Si no tenemos eso, no tenemos nada. Mi trabajo es tomar el control y empezar a tomar medidas", explicó.