Aroma de lavanda para la almohada. Dormir bien y las horas suficientes es uno de los mejores y mas antiguos secretos de belleza que existen, ya que un buen descanso actúa como el mejor de los bálsamos reparadores para nuestro cutis. El problema es que no siempre resulta sencillo conciliar el sueño. Para lograrlo de una manera efectiva a la par que agradable, prueba a pulverizar fragancia de lavanda sobre la almohada media hora antes de dormir. Así, tus sentidos se relajarán casi sin darte cuenta y caerás rendida en los brazos de Morfeo disfrutando de un olor delicioso.

Relájate con un buen masaje. Las cargas y obligaciones de nuestro día a día pueden hacer mella en nuestro organismo y espíritu. Y no para bien. Principalmente cuando nos paramos, desde que nos levantamos por la mañana hasta que nos vamos a dormir. Por ello es clave frenar de vez en cuando y dedicaros un tiempo a cuidarnos a nosotros mismos. Y nada mejor que acudir a un centro especializada en el que recibir un buen masaje relajante con aceites esenciales. Una manera perfecta de que nuestra espalda esté más sana y bonita, pero también de que nuestra mente y nuestros sentidos se evadan durante unos minutos. Hay quien puede verlo como un capricho, pero estos autorregalos pueden marcar la diferencia al sentirnos mejor por fuera y también por dentro.

Mascarilla exfoliante de almendras, miel y limón. Para exfoliar tu cutis en casa a un precio de lo más económico, tritura dos almendras hasta reducirlas a polvo lo máximo posible, añade una cucharada de miel y otra de zumo de limón. Aplica la mezcla sobre tu rostro con suaves masajes y deja que actúe 10 minutos.

Mantén tus uñas fuertes e irrompibles. Si los ojos son el espejo del alma, las uñas lo son de nuestro estado de salud general. Y es que con tan solo echarles un vistazo podemos saber si alguien está sano o si por el contrario, tiene algún problema. Y es que cuando no estamos en nuestro mejor momento, las uñas se vuelven más quebradizas de lo habitual. Si a eso unimos que los químicos de las lacas no son lo más aconsejable para mantenerlas fuertes, el resultado puede ser terrible. Para evitarlo, nada mejor que llevar una alimentación rica en frutas, verduras, así como recurrir a productos específicos para fortalecerlas.

El toronjil es calmante y analgésico. Una de las propiedades más elevantes de esta planta, cuyo nombre científico es Melissa officinalis, es su efecto calmante y sedante. Esto es así debido a su composición porque es rica en eugenol, germacreno, cariofileno y citronela -todos ellos con propiedades farmacológicas-, Tomado en infusión, el toronjil ayuda a relajar el estado de ánimo alterado y agitado. Además, contribuye a mejorar la calidad del sueño, por lo que es útil en casos de insomnio. Ese efecto calmante que tiene ayuda también a controlar la presión arterial, con lo que es recomendable para las personas que sufren hipertensión.

Desayunar antes de las 9,30 h. ayuda a perder peso. Los expertos en nutrición hacen especial hincapié al señalar que el desayuno es la comida más importante del día, pero, además del qué desayunamos es clave el cuándo. Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv (Israel) ha confirmado que hacerlo antes de las 9,30 h. impulsa los genes que nos ayudan a perder peso y contribuye a mejorar los niveles de glucosa en sangre y de insulina.

Aromaterapia para el rostro. El uso de aceites esenciales como tratamiento de belleza e incluso se salud se remonta a la Antigüedad, cuando se descubrieron todos los beneficios que los aceites esenciales podrían tener sobre nuestro cuerpo y nuestra mente. Por eso, durante siglos se han utilizado de muchas maneras. Una de ellas, cada día más de moda es para el rostro. Y es que, dependiendo del tipo de aceite que se emplee obtendremos unos resultados u otros.

Aceite de bardana, protector térmico del cabello. Su alto contenido en nutrientes (sales minerales, ácidos grasos esenciales, flavonoides y vitaminas A, C y E) lo convierten en protector térmico capilar, reduciendo los efectos dañinos de planchas, tenacillas y secadores. Lo puedes comprar en farmacias o tiendas de dietética y usar así: calienta en las manos unas gotas de aceite de bardana durante unos minutos y extiéndelo de la raíz a las puntas. Deja que actúe durante 20-30 minutos y después, ya puedes lavar el cabello con tu champú habitual.