La tradición culinaria de esta provincia castellana se caracteriza por la mezcla entre lo pastoril y lo ganadero. Esto da lugar a una cocina contundente y muy variada, en la que abundan los platos preparados con materias primas cárnicas. Tampoco escasean las recetas que tienen como base los níscalos, la trufa o los boletus. Y para los más golosos, hemos recopilado algunos dulces típicos. Solo un consejo más: asegúrate de no estar hambriento mientras lees este artículo, porque hay muchas posibilidades de que estas recomendaciones te hagan la boca agua.

Torrezno de Soria

Inauguramos este listado con un manjar que en el año 2013 consiguió el sello de Marca de Garantía: el Torrezno de Soria o “torrenillo”. Se trata de tiras largas de panceta adobada y frita. Presenta una textura crujiente por fuera (la corteza) y tierna y jugosa por dentro. Este clásico tentempié nunca falta en los restaurantes y las barras de los bares de Soria.

La panceta utilizada y su técnica de fritura son exclusivas de este territorio y, según defienden los fabricantes, esta tradición es distinta a la de otras provincias españolas.

Caldereta

Es una de las recetas estrella de la gastronomía soriana. Este guiso puede elaborarse con carne de toro, jabalí, conejo, ternera, oveja o cordero, aunque este último es el más típico. Para ello, la carne, el ajo, el tomate y la cebolla se cuecen lentamente en una caldera de bronce puesta al fuego de la leña.

En la antigüedad, la preparación de una caldereta se convertía en el motivo de reunión y de festejo entre todos los habitantes de una localidad, costumbre que aún perdura hoy en día.

Cangrejos a la soriana

Se prepara con crustáceos procedentes del río Caracena. Estos se acompañan de una deliciosa salsa hecha con tomates maduros, sal, un toque de guindilla, una copa de Brandy, ajo, cebolla y aceite de oliva.

El resultado es un plato jugoso y ligeramente picante, idóneo para disfrutar caliente tanto en otoño como durante el periodo estival.

Los níscalos, los boletus y la Trufa de Soria

Tan pronto como los árboles empiezan a perder sus hojas, la provincia de Soria se transforma en punto de interés para la producción y la recolección de setas y hongos. La gran oferta de turismo micológico de esta tierra atrae cada año a turistas que desean participar en esta experiencia. Las zonas clave para desempeñar esta actividad suelen ser Pinares Llanos, El Burgo de Osma, las Tierras Altas y Almazán.

Por esta razón, la micología es un pilar fundamental en la gastronomía soriana. Al acercarte hasta aquí podrás degustar platos cocinados con diferentes tipos de hongos y setas; como los níscalos, los boletus, las senderillas, las setas de cardo o los champiñones, entre otros.

No obstante, la protagonista absoluta es la Trufa negra de Soria. El clima, el tipo de terreno y la altitud de esta provincia han hecho del lugar el entorno perfecto para el cultivo de esta especie autóctona.

En los últimos años, la popularidad del “Diamante Negro de Soria” se ha disparado en las altas esferas de la gastronomía. No es de extrañar, si tenemos en cuenta los peculiares aromas y sabores que aporta a los platos.

Migas de pastor sorianas

A pesar de que este plato se puede encontrar en la gastronomía de muchas comunidades autónomas (como Andalucía, Castilla y León, Castilla La Mancha o Aragón, por ejemplo), aquí te mostramos una de las variantes que se come en Soria.

Se prepara con pan de hogaza cortado en pequeños trozos y rehogado en la sartén junto a otros ingredientes como el ajo, la manteca y el pimentón. En ocasiones, también se agregan torreznos o chorizo, pero la receta original soriana se sirve con uvas.

No podemos dar por concluida esta lista sin mencionar algunos de los dulces más típicos de esta zona. Uno de ellos es la mantequilla de Soria, materia imprescindible para la elaboración de ciertos postres que comentaremos más adelante. Se hace con leche de vaca pardo-alpina y frisona, y podemos distinguir entre tres tipos: natural, salada y dulce. De hecho, las galletas Numantinas se hacen con esta última, y después se moldean con forma de caballo.

En esta línea, tenemos que hacer mención a la costrada soriana: un pastel en el que se superponen varias capas de hojaldre y crema pastelera, además de añadir la nata. Por otro lado, las “Paciencias” son unas galletas redondas y de grosor fino que se preparan de una manera muy sencilla. Solo se necesita harina de trigo, azúcar, huevos y ralladura de limón. Si quieres probar las “Paciencias” más famosas tendrás que desplazarte hasta el municipio de Almazán