- Los países de la Unión Africana (UA) pidieron a la Unión Europea (UE) que pase de las palabras a los hechos de cara a su voluntad de convertir al continente africano en un socio privilegiado del bloque comunitario para contrarrestar el ascenso de China y Rusia.

“Se nos brinda una oportunidad de oro histórica para demostrar con los actos que hemos renovado esa asociación”, declaró el presidente de Senegal y de la Unión Africana, Macky Sall, al término de una cumbre de dos días en Bruselas diseñada para impulsar un nuevo vínculo entre los países situados al norte y al sur del Mediterráneo.

Al término del encuentro, en el que participaron unos setenta líderes europeos y africanos, se aprobó una declaración conjunta que, entre otros puntos, subraya que el desafío más inmediato es “garantizar un acceso justo y equitativo a las vacunas” contra la covid-19.

En ese sentido, la UE se comprometió a donar al menos 450 millones de dosis a mediados de 2022, más allá de ayudar al continente a desarrollar capacidades para producir sus propias vacunas, con el objetivo de que en 2040 África fabrique el 60% de los fármacos que consume.

La estrategia de Europa es impulsar ese y otros objetivos, como desarrollar el “hidrógeno verde, redes de transporte, conexiones digitales, satélites, agricultura sostenible, agricultura y educación”, según resumió la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, movilizando en siete años 150.000 millones de euros de inversiones públicas y privadas, para contrarrestar la Ruta de la Seda china. No obstante, las instituciones de la UE fueron incapaces de desgranar de dónde saldrá el dinero, que algunos cálculos periodísticos sitúan en unos 6.000 millones de euros anuales de fondos públicos.

“Vamos a trabajar para ser transparentes, también de cara a ustedes”, dijo el presidente de Francia, Emmanuel Macron, al ser cuestionado en la sala de prensa sobre la ambigüedad de la promesa de financiación mediante la que la UE espera convertirse en el “socio de referencia para la inversión en África en términos de infraestructuras”.

La declaración sí recoge otros aspectos más concretos de esa nueva relación que aspiran a relanzar dos bloques con una delicada historia colonial, como avanzar hacia la “restitución” del patrimonio cultural y artístico africano en manos europeas.

En las mesas temáticas en las que se estructuraron los debates en la cumbre se otorgó especial importancia a la paz y la seguridad, copresidida por España, Mauritania y Ghana. “Hay que proceder de otra forma (...). No es cuestión de que militares franceses, alemanes o daneses vayan a morir en África. Necesitamos tecnología, experiencia y medios de financiación y equipamiento par hacer frente a esta terrible amenaza a la paz y la estabilidad”, declaró el presidente de la comisión de la UA, Moussa Faki.

Burita. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, mantuvo con el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Burita, el que es el primer contacto en persona con el Ejecutivo del país vecino desde que estalló la crisis diplomática en abril pasado. Según explicó, “ambos constatamos la necesidad de avanzar en esa relación estratégica entre España y Marruecos”.

Ghali. Sánchez también indicó que había hablado con el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, que participó igualmente en la cumbre, sin dar más detalles. Tanto Marruecos como la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) son miembros de la Unidad Africana.