- El vicepresidente de la Comisión Europea responsable de las relaciones con Reino Unido, Maros Sefcovic, expresó ayer su confianza en que sea posible un acuerdo sobre el estatus de Gibraltar en las relaciones con la Unión Europea “a lo largo del primer trimestre” del próximo año, tal y como apuntan Londres y Madrid tras constatar que no ha sido posible resolverlo en el plazo previsto. “Seguiremos negociando durante el nuevo año y entraremos en una fase decisiva tan pronto como sea posible. Compartimos con Reino Unido y España el objetivo de concluir un acuerdo a lo largo del primer trimestre”, expresó Sefcovic en una rueda de prensa en Bruselas.
El vicepresidente comunitario compareció para hacer balance de las negociaciones con el Gobierno británico sobre otro asunto abierto, el cumplimiento del Protocolo para Irlanda del Norte que Londres se niega a aplicar pese a ser parte del acuerdo de divorcio por el Brexit y que de manera indirecta también lastra los avances en lo que el Peñón se refiere.
La Comisión Europea, que negocia en nombre de la UE con Londres sobre Gibraltar, y el Gobierno de Boris Johnson han participado en cuatro rondas de contactos desde el pasado octubre para tratar de cerrar un acuerdo sobre la situación del territorio antes de que acabara este año.
Madrid y Londres acordaron hace un año un marco provisional para evitar los controles sistemáticos en la frontera gibraltareña que debería estar realizando España desde la salida de Reino Unido de la UE, entre otros cambios, pero el estatus definitivo para el Peñón deben acordarlo los británicos con los Veintisiete.
En este marco, Sefcovic aseguró que se han dado avances en las conversaciones durante estos meses de negociación, que ha definido como un proceso “muy constructivo” que “refleja la firme voluntad” de las dos partes de lograr un acuerdo cuanto antes.
Fue el propio gobierno de Gibraltar quien adelantó el pasado miércoles que las partes habían asumido que no serían capaces de cerrar el acuerdo como aspiraban antes de acabar 2021, por lo que retomarían las conversaciones al inicio del siguiente año. Las autoridades gibraltareñas apuntaron entonces el objetivo de un acuerdo “antes de Semana Santa” y que sirva fundamentalmente para asegurar la circulación “fluida” de personas y mercancías entre la UE y el Peñón. Fuentes comunitarias consultadas por Europa Press ya confirmaron que “el primer trimestre” era el objetivo compartido de cerrar el pacto.
La salida de Reino Unido de la Unión Europea dejó también a Gibraltar fuera del mercado común que garantiza la libre circulación de personas y mercancías dentro del bloque, aunque Londres y Madrid acordaron hace ya casi un año mantener el statu quo mientras la UE negociaba un nuevo estatus para el territorio.
Los Veintisiete dieron su visto bueno a derribar la Verja como quieren españoles y británicos, pero a cambio pide que se trasladen los controles fronterizos al aeropuerto y al puerto para vigilar el paso al espacio Schengen.
Bruselas abogó porque fuera el Estado español quien tuviera el mando de esos controles, lo que irritó al Gobierno británico que vio en este gesto un ataque a su soberanía y consideró esa condición “inaceptable”. Por eso, y a petición de Madrid, el mandato negociador de los europeos añadió el matiz de que tenía “interés” en solicitar a la agencia Frontex la asistencia para esa tarea durante un periodo inicial de cuatro años.