- El Parlamento de Portugal rechazó ayer el Presupuesto para 2022 presentado por el Gobierno del socialista António Costa, que está en minoría en la Cámara, y abrió la puerta a las elecciones anticipadas, unos comicios que según apuntaban ayer algunos diputados podrían tener lugar el 16 de enero. De momento, los líderes de los grupos de la Cámara lusa están citados a una reunión esta mañana. Asimismo, el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, ha convocado un Consejo de Estado para el 3 de noviembre, paso necesario para la convocatoria de nuevas elecciones.
Las Cuentas sólo recibieron el respaldo de los diputados socialistas (108) y cinco abstenciones, mientras que toda la derecha y los antiguos socios del Ejecutivo, el Bloco de Esquerda y los comunistas, votaron en contra (117).
Con el rechazo del Presupuesto, por primera vez en la historia democrática de Portugal, los pasos a seguir dependen ahora de Rebelo de Sousa, que ya había avisado de que si las cuentas no prosperaban disolvería el Parlamento y convocaría elecciones anticipadas.
En su discurso previo a la votación, Costa ya asumió que el país se encamina hacia el adelanto electoral y pidió una mayoría estable para la próxima legislatura. "Confío en que mi frustración" y la "frustración" de los electores de la izquierda "se pueda convertir en una mayoría reforzada, estable y duradera en una próxima sesión legislativa", dijo el primer ministro, que admitió que le da "pena" el "cierre prematuro".
Costa aseguró que el Gobierno sale "con la conciencia tranquila y cabeza alta" y que garantizarán la gobernación del país durante la crisis. "Hice todo lo que estaba a mi alcance para asegurar la viabilidad de este presupuesto, sin aceptar lo que en conciencia considero que el país no podría soportar", dijo Costa ante el Parlamento. Además, aseguró que para él un voto contra de la izquierda es una "derrota personal".
El Gobierno, dijo, está disponible para hacer lo que Rebelo de Sousa crea conveniente: "Le cabe al presidente evaluar la situación y tomar las decisiones que deba tomar".
Lo cierto es que el desgaste de la izquierda en las urnas y el efecto Lisboa, la inesperada derrota socialista en la capital lusa en las municipales de apenas hace un mes, han terminado por detonar una crisis política que aboca a un adelanto de las elecciones en Portugal.
El rechazo de los antiguos socios del Partido Socialista, el Bloco de Esquerda y el Partido Comunista, al proyecto de Presupuestos ata las manos del Gobierno de António Costa. La geringonça (chapuza), el acuerdo que permitió a Costa gobernar en 2015 y que fue modelo en Europa, se ha roto.
No hay un único factor que explique esta ruptura, pero la falta de entendimiento entre la izquierda, la caída electoral del Bloco y los comunistas y el "efecto Lisboa" han sido determinantes. El castigo que el Bloco y el PCP han sufrido en las urnas desde que pactaron con los socialistas ha precipitado la ruptura. Paradójicamente, rechazan el Presupuesto más social de los últimos años.
El posible adelanto electoral no beneficia, de entrada, a la izquierda. El centroderecha puede salir favorecido, pero "no mucho" porque está fraccionado entre el PSD, la derecha liberal (IL) y la derecha radical populista (Chega). Los socialistas, no obstante, podrían tener alguna ventaja si se presentan como víctimas de esta crisis mientras la derecha intenta recomponerse a marchas forzadas. Lo evidente es que con el actual escenario político, el ganador tendría que negociar.
No fuerza mayor
Fuerza mayor
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"Hice todo lo que estaba a mi alcance para asegurar la viabilidad de este Presupuesto"
"Le cabe al presidente evaluar la situación y tomar las decisiones que tenga que tomar"
Primer ministro de Portugal