- El Partido Socialdemócrata (SPD) del ministro de Finanzas y vicecanciller, Olaf Scholz, ocupa la primera posición en intención de voto de cara a las elecciones generales alemanas del próximo septiembre, algo que no ocurría desde 2006.
Según un sondeo del instituto demoscópico Forsa, difundido ayer, el SPD se sitúa en un 23% de los votos, un punto por encima del bloque conservador formado por la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de Angela Merkel, con Armin Laschet como candidato, y la Unión Socialcristiana (CSU) bávara.
Los verdes se sitúan en tercera posición, con un 18%, dos puntos por encima del Partido Liberal (FDP). A la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se le pronostica un 10% y a la Izquierda un 6%.
Scholz aventaja además claramente a los otros candidatos en lo que a la valoración personal se refiere. Un 51% le prefiere como futuro canciller, frente al 33% que se decanta por la candidata de los Verdes, Annalena Baerbock, y el 29% que lo hace por Laschet. La valoración personal es un indicador meramente simbólico, puesto que en el sistema parlamentario alemán el canciller no surge del voto directo ciudadano, sino de la mayoría de la Cámara Baja.
El SPD ha experimentado una espectacular remontada en cuestión de semanas. Durante meses se consideró que Scholz no tenía opciones de alcanzar la Cancillería, puesto que su partido iba en tercera posición, muy por detrás de conservadores y verdes. Baerbock, que tras su designación como candidata de los Verdes se situó en primera posición en intención de voto, ha caído en los sondeos en medio de una serie de errores o deslices personales.
Laschet logró en marzo la designación como candidato del bloque conservador de Merkel tras un duro pulso con el ala más derechista, representada por el líder de la CSU, Markus Söder. Sin embargo, ya entonces estaba peor valorado que su rival bávaro, en parte por su gestión errática frente a la pandemia en Renania del Norte-Westfalia.