El Gobierno de Italia ha aprobado un decreto, que entro ayer jueves en vigor, para ampliar una serie de restricciones hasta el próximo 30 de abril dirigidas a frenar el avance de la pandemia de Covid-19. Una de las medidas más destacadas es la vacunación obligatoria a "comerciantes, profesiones sanitarias y trabajadores sanitarios que desarrollen su actividad en estructuras sanitarias públicas y privadas, estructuras sociales y asistenciales, públicas y privadas, farmacias, parafarmacias y despachos profesionales".
Según el se expone en el documento, en el caso de negarse a recibir las vacunas, los trabajadores podrían ser cesados de sus funciones y suspendidos de su sueldo. En principio la obligatoriedad de la vacuna estará en vigor hasta el fin del plan de vacunación o hasta el 31 de diciembre.
Asimismo, la nueva normativa también plantea la reapertura de las escuelas para los menores y acabar gradualmente con la enseñanza a distancia para los alumnos mayores.