- La Unión Europea (UE) y el Reino Unido intentan en las últimas horas acercar sus posturas sobre la pesca, que se ha convertido en el principal obstáculo para cerrar un acuerdo sobre la relación entre las dos partes antes del 1 de enero.
Tras la conversación que mantuvieron la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Boris Johnson, la política alemana ya indicó que “aún hay grandes diferencias por superar, en particular, en la pesca” y que hacerlo sería “un gran desafío”.
Ayer por la mañana, el negociador comunitario, Michel Barnier, se expresó en términos similares durante un debate en la Eurocámara al afirmar que iba a retomar las conversaciones para realizar “un último intento de hallar un acuerdo aceptable, especialmente, sobre la pesca”.
Sobre la pesca, también dijo que Bruselas respeta y acepta que el Reino Unido quiera controlar el acceso a sus aguas. “Si el Reino Unido quiere poder cortar el acceso a sus aguas para los pescadores europeos en cualquier momento, la Unión Europea debe tener también un derecho soberano de reaccionar”.
Precisó que esa es “una de las grandes dificultades actuales de la negociación”. También se deben cerrar algunos aspectos relacionados con las garantías para asegurar una competencia justa entre las empresas británicas y comunitarias, si bien en ese apartado se han logrado avances en las últimas jornadas.
En cualquier caso, Barnier insistió en la importancia de ese punto para el club comunitario. La UE es partidaria de introducir en el acuerdo un mecanismo que garantice que en el futuro, a medida que se adapten las reglas y la legislación a un nuevo contexto tecnológico o medioambiental, las leyes de los Veintisiete y del Reino Unido no diverjan en exceso. De esa forma, se garantizaría una competencia justa entre los dos bloques.
El negociador de la UE advirtió de que solo quedan “algunas horas útiles” para lograr un pacto que entre en vigor el 1 de enero, cuando la legislación comunitaria habrá dejado de aplicarse en territorio británico y el Reino Unido será de forma definitiva un país tercero.
Barnier, que no es capaz de decir cuál será el resultado de la recta final, instó a prepararse para todos los escenarios, tanto el de un pacto como el de que no se obtenga un acuerdo comercial antes de fin de año.
Pese a que los líderes de los grupos parlamentarios de la Eurocámara fijaron la medianoche del próximo domingo como la fecha límite para cerrar un acuerdo, ayer la Comisión Europea no quiso fijar plazos. En cualquier caso, durante el debate en la Eurocámara la mayoría de eurodiputados puso el acento en la necesidad de tener tiempo para analizar el pacto antes de ratificarlo.
En este sentido, el copresidente del grupo de los Verdes, Philippe Lamberts, criticó que el Parlamento haya fijado la fecha límite y planteó prolongar la transición uno o dos meses, para que la legislación comunitaria se siga aplicando en el Reino Unido a principios de 2021.
Izquierda Unitaria Europea. El líder de la Izquiera Unitaria Europea -al que pertenece Unidas Podemos y EH Bildu-, afirmó que su grupo debe reflexionar sobre si apoya o vota en contra del acuerdo, en caso de que se logre “en las próximas horas”.
El negociador afirmó que no sería justo que los derechos de los pescadores europeos fueran transitorios, mientras que el resto del acuerdo y en particular para las empresas británicas, sea estable.