- Los ministros de Exteriores de la Unión Europea aprobaron ayer el nuevo régimen de sanciones de los Veintisiete para poder castigar en cualquier parte del mundo a los perpetradores de violaciones contra los derechos humanos.
La nueva norma, basada en la Ley Magnitsky de Estados Unidos, dará más flexibilidad a la UE para imponer sus sanciones porque se podrán aplicar contra individuos o entidades concretas, sin tener que emitir medidas punitivas al país del que procedan.
Este es el gran cambio respecto al régimen actual de sanciones de la UE, que continuará en vigor. En cambio, se mantiene el requisito de tener que aprobar las sanciones por unanimidad de todos los países de la UE.
En concreto, se podrán congelar los activos que los sancionados tengan en la UE y se impedirá la entrada en territorio comunitario a quienes cometan atentados contra los derechos humanos, como genocidio, torturas, ejecuciones extrajudiciales o abusos contra el derecho a la libre asociación. Aunque a diferencia de lo que ocurre con la ley estadounidense, el nuevo régimen de sanciones de la UE no castigará la corrupción.
El nuevo régimen de sanciones se aprueba un año después de que lo anunciara en el Parlamento Europeo el alto representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, quien dijo que su puesta en marcha es “un paso importante”.
Se aprueba, además, la misma semana del Día Internacional de los Derechos Humanos, el próximo 10 de diciembre.