A solo unos días del inicio de la Asamblea General de Naciones Unidas, el jefe de la organización, António Guterres, reclamó este miércoles a los líderes internacionales unidad para hacer frente a la pandemia del coronavirus, que consideró la "amenaza número uno para la seguridad global", y a la crisis climática.
"En este año del 75 aniversario, nos enfrentamos a nuestro propio 1945", señaló Guterres en referencia a ese año clave del siglo XX, en el que terminó la II Guerra Mundial y se fundó la ONU y el orden internacional que sigue vigente.
"Tenemos que mostrar unidad como nunca antes para superar la emergencia de hoy, poner el mundo a funcionar, trabajar y prosperar otra vez, y proteger la visión de la Carta" fundacional de Naciones Unidas, insistió el diplomático portugués.
Una asamblea como ninguna otra
Los jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo participarán la próxima semana en los debates anuales de la Asamblea General, que en esta ocasión se celebrarán en un formato principalmente virtual por la COVID-19.
En vez de darse cita en Nueva York, donde el imponente sala del plenario con el monolítico escenario de mármol verde tiene un peso clave en los discursos, los líderes hablarán al mundo en vídeos pregrabados que serán proyectados ante diplomáticos en el hemiciclo de la Asamblea para mantener ciertos visos de normalidad.
"La pandemia de la COVID-19 es una crisis como ninguna otra en nuestras vidas y la sesión de la Asamblea General este año también será como ninguna otra", señaló Guterres, que reconoció que la distancia dificultará los avances, pues "para ser efectiva, la diplomacia necesita contacto personal".
Pese a ello, el jefe de la ONU subrayó la importancia de la cita para impulsar la lucha contra el coronavirus y trabajar en un plan de recuperación que sea verde y justo.
Una pandemia "descontrolada"
Con el mundo acercándose al millón de víctimas mortales, la pandemia de la COVID-19 continúa "descontrolada", según avisó Guterres, que llamó a la comunidad a unirse para derrotar a la enfermedad y avanzar en medidas y tratamientos para contener el avance del virus durante los próximos meses.
"Muchos ponen sus esperanzas en una vacuna, pero seamos claros: en una pandemia no hay una panacea", señaló el diplomático, que pese a ello insistió en que debe garantizarse que cuando haya una vacuna, ésta sea "asequible" y esté al alcance de todos.
Al mismo tiempo, alertó de la proliferación de desinformación sobre una futura vacuna, que está alimentando la desconfianza de muchos ciudadanos e impulsando teorías de la conspiración.
"Hemos visto alarmantes informes de grandes segmentos de la población en algunos países que indican su reticencia o incluso rechazo a ponerse una vacuna de la COVID-19", dijo Guterres, que urgió a hacer más para acabar con la desinformación.
El virus, también una amenaza a la paz
Guterres dijo que quiere utilizar la Asamblea General para dar un empujón a su llamamiento a un alto el fuego global durante la pandemia, una iniciativa que lanzó en marzo y que ha tenido éxitos en algunos países, pero que ha sido ignorada en otros.
Así, destacó que se han visto "esperanzadores pasos hacia la paz" en lugares como Afganistán o Sudán y altos el fuego en Siria, Libia o Ucrania que pueden dar espacio a la diplomacia.
"Debemos aprovechar todas las oportunidades en las próximas semanas para dar un nuevo empujón colectivo por la paz", insistió, adelantando que en su discurso ante la Asamblea pedirá a los jefes de Estado y de Gobierno que hagan todo lo posible para lograr que esa tregua mundial se haga realidad antes de fin de año.
Según defendió, "el virus es la amenaza de seguridad global número uno en nuestro mundo hoy".
Crísis climática y recuperación verde
La otra gran prioridad para la ONU en esta Asamblea General será la respuesta a la crisis climática, en un momento en el que -pese al parón de la actividad económica por el coronavirus- los indicadores siguen mostrando un claro empeoramiento.
"Las concentraciones de gases de efecto invernadero alcanzaron nuevos récords en 2020. El hemisferio norte acaba de vivir el verano más cálido en los registros. El mundo está ardiendo y la recuperación (del coronavirus) es nuestra oportunidad para ponernos en camino y calmar las llamas", defendió Guterres.
Especialmente importante, recordó, es el papel de los grandes emisores, encabezados por China, Estados Unidos y la Unión Europea. Guterres, preguntado por la salida estadounidense del Acuerdo de París sobre clima, apuntó que cuando los Gobiernos no hacen lo que hay que hacer es necesario buscar esa acción en el mundo de los negocios y la sociedad civil.
Sobre la salida de la actual crisis, defendió que tiene que guiarse por los objetivos de París y de la estrategia de desarrollo de Naciones Unidas, apostando por modelos que sean "verdes" y que, por ejemplo, hagan avanzar la igualdad de género.