- La primera reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE para buscar un acuerdo para el fondo de recuperación europeo, que proseguirá hoy en Bruselas, se prolongó durante una jornada maratoniana que evidenció lo que se esperaba: que sigue habiendo enormes diferencias entre los estados miembro.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, advirtió a sus colegas europeos de que no aceptará que los planes económicos que habrá que presentar para recibir el fondo de recuperación requieran la aprobación unánime de los Veintisiete, una condición en la que sigue enrocado el primer ministro holandés, Mark Rutte.
Fuentes de la delegación española aseguraron que Rutte se quedó solo en esta demanda, aunque sigue sin ceder, y admitieron que el mayor obstáculo para el acuerdo continúa siendo el tamaño del fondo y las condiciones para repartirlo, así como su distribución entre subvenciones y préstamos. Países Bajos, además, exige a España e Italia reformas laborales y de pensiones a cambio de la ayuda.
Tras una primera reunión que comenzó en torno a las diez de la mañana, a las 18.00 horas los líderes se tomaron un receso de tres horas en las que se sucedieron los contactos, como las distintas reuniones que mantuvo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Pedro Sánchez insistió en estas primeras horas de cumbre en que no aceptará la unanimidad y tampoco se plantea que pueda haber una reducción del montante del fondo, de 750.000 millones de euros -500.000 millones en subvenciones y los 250.000 restantes en préstamos- según las propuestas de la Comisión y el Consejo Europeo.
En la delegación española recordaban que esta cifra ya es menor que la que pedía España al principio -un billón o más- y en cualquier caso Sánchez dio por buena la propuesta de 750.000 millones.
Por eso, no creen que sea momento de asumir una reducción en el fondo, como siguen pidiendo los Estados llamados frugales: Países Bajos, Suecia, Dinamarca y Austria. Este último llegó a calificar a los países del sur como estados "quebrados".
Y sobre la unanimidad reiteran que es imposible de aceptar para la aprobación de los planes económicos y en lugar de la mayoría cualificada -del 55% de los países con el 65% de la población- a España le gusta otra opción, la de la mayoría cualificada inversa (se da por aprobado si no lo rechaza una mayoría cualificada).
Las mismas fuentes lamentan, por otra parte, que los frugales pretendan seguir manteniendo las compensaciones que reciben como contribuyentes netos e incluso reclamen un aumento, cuando para España estos descuentos en su contribución al presupuesto comunitario son "regresivos e injustos".
"Una UE más fuerte implica que quien se ha quedado atrás acelere en reformas de pensiones y laborales"
Primer ministro de Países Bajos