- Las autoridades italianas pusieron ayer en cuarentena en un ferri a los 34 migrantes salvados el pasado lunes en el Mediterráneo central por el barco humanitario español Aita Mari, debido a la crisis del coronavirus que atraviesa el país.

La nave, de la ONG española Salvamento Marítimo Humanitario, se aproximó al ferri Rubattino, de la compañía italiana Tirrenia, ante el puerto siciliano de Palermo (sur) para proceder al transbordo.

Los rescatados esperaron en la cubierta del Aita Mari ataviados con monos y mascarillas y después fueron entrando uno a uno al ferri, en una operación coordinada por la Guardia Costera italiana. Todos los inmigrantes se encuentran ya a salvo en el ferri, indicaron fuentes de la organización humanitaria.

A bordo de la nave italiana deberán pasar una cuarentena de dos semanas, junto a los otros 147 migrantes acogidos desde el pasado viernes 17 de abril, salvados en el mar en este caso por el barco Alan Kurdi de la ONG alemana Sea Eye.

El ferri Rubattino, con estos 181 migrantes rescatados por el Aita Mari y el Alan Kurdi permanecerá anclado a una milla (1,6 kilómetros) del puerto de Palermo con personal de Cruz Roja a bordo.

El Gobierno italiano se ha encargado de acoger a los migrantes del Aita Mari en este ferri pero ha impedido que sean desembarcados en un puerto, ya que la actual situación pandémica lo impide.

El Ministerio de Infraestructuras y Transportes, con competencias en los puertos italianos, señaló en un comunicado que la transbordo de los migrantes es “una acción de naturaleza humanitaria”.

“La acción de naturaleza humanitaria no puede producirse con el desembarco en los puertos italianos debido a la fuerte presión organizativa y sanitaria en esta fase de emergencia por la covid-19”, se lee en la nota.

El Gobierno italiano, y el de Malta, ha decretado que sus puertos no son seguros para el desembarco de migrantes debido a la pandemia.