París - El vicepresidente de Guinea Ecuatorial e hijo del jefe del Estado, Teodorín Obiang, fue condenado ayer en París a una pena más dura que en primera instancia por blanqueo, ya que tendrá que pagar una multa de 30 millones de euros. El Tribunal de Apelación de París confirmó, por una parte, la pena que se le impuso en octubre de 2017 de tres años de cárcel exentos de cumplimiento salvo en caso de reincidencia. Pero mientras en primera instancia la multa de 30 millones estaba igualmente exenta de cumplimiento, ahora la justicia francesa sí que exige a Teodoro Obiang Nguema Mangue que pague ese dinero.
Además, se mantiene sin cambios la confiscación de los bienes que habían sido requisados durante la instrucción, entre los que estaba el edificio que es ahora la embajada ecuatoguineana en París, en una de las avenidas más exclusivas de la ciudad, y que es objeto de un contencioso bilateral particular ante el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya.
Los jueces franceses fijaron igualmente una indemnización de 25.000 euros para la ONG Transparencia Internacional, que estuvo en el origen de las denuncias que desembocaron en la acusación contra Teodorín y que se había constituido en acusación internacional. Igualmente confirmaron la constitución como acusación particular de la Coalición de Oposición por el Restablecimiento de un Estado Democrático (CORED), que combate, sobre todo desde el exterior, contra el régimen de los Obiang. - Efe