Bruselas - A partir del 1 de febrero, el Parlamento Europeo contará con una nueva configuración. La salida del Reino Unido de la Unión Europea supondrá una reducción del número de eurodiputados pero también una redistribución del número de escaños para favorecer a algunos Estados miembros infrarrepresentados. Aunque quienes más se beneficiarán serán las fuerzas euroescépticas y el centroderecha, los únicos que no perderán representantes.
La desconexión entre el Reino Unido y la Unión Europea comienza a materializarse, y los primeros efectos se harán notar en el hemiciclo comunitario. Esta misma semana, los eurodiputados británicos se han despedido de Estrasburgo, sede principal del Parlamento Europeo, aunque aún les resta un último Pleno que se celebrará durante la última semana de enero en Bruselas.
El 31 de enero, histórico día que marcará la salida efectiva del Reino Unido de la Unión, el Parlamento Europeo se reconfigurará y entre las primeras medidas estará una considerable reducción en el número de escaños. De los 751 miembros actuales de la Eurocámara se pasará a 705. Un descenso de 46 escaños que se reservará a futuras ampliaciones del bloque comunitario. Los 27 asientos restantes del total de 73 reservados a los británicos salientes se redistribuirán entre los Estados miembros actualmente infrarrepresentados en hemiciclo europeo.
Francia y España se convertirán en los dos países más beneficiados, con la llegada de 5 nuevos representantes a Bruselas y Estrasburgo. Les seguirán Italia (+ 3), Países Bajos (+ 3) e Irlanda (+ 2), mientras que Suecia, Austria, Dinamarca, Finlandia, Eslovaquia, Croacia, Estonia, Polonia y Rumanía sumarán un miembro más a sus delegaciones nacionales. El resto de países permanecerán sin cambios en las bancadas de la Eurocámara, gracias a una propuesta aprobada en febrero de 2018 por el propio hemiciclo a propuesta de la comisión de Asuntos Constitucionales.
Un reajuste que modificará, además de manera notable, los equilibrios políticos en la Eurocámara. El Partido Popular Europeo (PPE), el grupo más nutrido en la Eurocámara, obtendrá cinco nuevos miembros que reforzarán su hegemonía y les permitirán llegar hasta los 187 representantes. En cambio, sus inmediatos perseguidores en el hemiciclo comunitario, los Socialdemócratas (S&D), se verán perjudicados con la salida de la delegación laborista británica, y pasarán de sus actuales 154 miembros a 148.
golpe a los liberales Pero, sin duda, la formación más damnificada será el recién creado grupo liberal-centrista de Renovar Europa, que descenderá en 11 miembros y contará a partir de ahora con únicamente 97 representantes. Otro cambio sustancial será para el grupo de la extrema derecha Identidad y Democracia. Los eurodiputados avalados por Matteo Salvini y Marine Le Pen se convertirán en la cuarta fuerza de la Eurocámara con 76 miembros, en gran medida beneficiados por la caída de Los Verdes/ALE, el grupo ecologista que pasará de los 74 actuales a 67.
El grupo de Conservadores y Reformistas (ECR) también verá mermado su número de miembros y se situará en 62 miembros tras la salida de los conservadores británicos, mientras que la el grupo menos nutrido volverá a ser Izquierda Unitaria (GUE/NGL), que tan solo perderá un miembro quedándose con 40 eurodiputados. El número de no inscritos también acusará un notable descenso pasando de 53 a 27 miembros, en gran medida por la salida de los eurodiputados del Brexit Party, una de las delegaciones más numerosas en Bruselas con 29 representantes.
A pesar de la marcha del equipo de Nigel Farage, el euroescepticismo saldrá reforzado en esta nueva configuración. Identidad y Democracia será la cuarta fuerza en la Eurocámara, pero además, estas fuerzas podrían ver incrementado su peso si, finalmente, se produce la salida del Fidesz de Viktor Orbán del PPE. Los trece eurodiputados húngaros podrían buscar refugio entre Identidad y Democracia o los Conservadores y convertir a las formaciones recelosas con Bruselas en un poderoso bloque, más homogéneo que los actuales grupos de la Eurocámara.
En el caso de España, que contará con 59 eurodiputados a partir de febrero, el euroescepticismo también crecerá. Vox contará un nuevo eurodiputado en la Eurocámara, al que acompañarán un miembro más del PSOE, del PP y de Ciudadanos. Aunque lo más remarcable será el nuevo escaño para Lliures per Europa, la marca europea de Junts x Catalunya, que corresponderá a Clara Ponsatí, política catalana exiliada en Escocia.