Helsinki - La Unión Europea instó ayer a los Estados de los Balcanes occidentales a mantener sus programas de reformas y potenciar su cooperación e integración como parte de su perspectiva de entrar algún día en el club comunitario, al tiempo que algunos países les pidieron abstenerse de acercamientos a Rusia.
“Subrayamos la importancia de que por su parte sean constantes en la continuación de los procesos de reformas, de reconciliación y de integración y cooperación regional”, indicó la alta representante de la UE, Federica Mogherini, en una rueda de prensa al término de una reunión informal de dos días de los ministros de Exteriores de la Unión. Habitualmente la UE invita a la segunda jornada de estas reuniones informales, que tienen lugar cada seis meses, a los países candidatos a la adhesión, entre los cuales se encuentra Turquía, pero en esta ocasión fueron llamados por separado los seis países de los Balcanes occidentales: Albania, Bosnia, Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia y Kosovo.
Mogherini reconoció que, al mismo tiempo que esos países deben mantener su compromiso con las reformas que los acercarán más a Europa, los Estados de la UE deben tener también “un enfoque consistente”, especialmente en lo que se refiere a “las próximas decisiones por tomar”.
Se refirió en concreto a la decisión de abrir negociaciones con Macedonia del Norte y Albania, tal y como ha propuesto la Comisión Europea, pero también a la de liberalizar visados con Kosovo y a la necesidad de que Serbia y Kosovo (exprovincia serbia que proclamó su independencia en 2008) vuelvan a las negociaciones en el marco del proceso auspiciado por la UE para que normalicen sus relaciones.
Más allá en sus exigencias a los países de los Balcanes, algunos Estados miembros pidieron claramente que se abstengan de acercamientos a Moscú. En concreto, se refirieron a la intención de Serbia de entrar en la Unión Económica Euroasiática, cuyo tratado lo firmaron en 2014 Rusia, Bielorrusia y Kazajistán. Esa Unión, liderada por Moscú, integra un único mercado que permite el libre movimiento de personas, bienes, capitales y servicios y que aspira a una mayor integración en el futuro a través de medidas como la implantación de una moneda única.
“Es confuso, no puedes andar en varias direcciones al mismo tiempo. Si eres serio sobre tu orientación europea, obviamente tomas decisiones políticas que te acercan a ella. Ésta no es una de ellas”, recalcó el ministro eslovaco de Exteriores, Miroslav Lajcak.
Igualmente, instó a Kosovo a eliminar los aranceles que en noviembre pasado elevó del 10% al 100% a los productos importados desde Serbia y Bosnia-Herzegovina, violando así el acuerdo regional de libre comercio.
Sobre la apertura de negociaciones de adhesión con Albania y Macedonia del Norte, sobre la que siguen divididos los países de la UE, pidió ser “serios” y evitar que el proceso de ampliación sufra “graves consecuencias”. Su homólogo lituano, Linas Linkevicius, dejó claro que “es bueno” integrar a los países de los Balcanes occidentales, aunque “el proceso debería ser dirigido por su comportamiento, no por el calendario”. Linkevicius coincidió sobre Serbia en que “preferiblemente debería estar en línea con la política de la UE, a la que se quieren unir”.
Por otra parte, los ministros abordaron los problemas de la región del Ártico, una “prioridad para toda la UE”, según dijo Mogherini, quien expresó su “grave preocupación” por la preservación ambiental de la zona. “La UE hará aún más de lo que ha hecho hasta ahora, en primer lugar para proteger el medio ambiente y apoyar el desarrollo de la zona”, comentó.