Londres - La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, continuará con los preparativos para celebrar un nuevo referéndum independentista en la región. La líder del Partido Nacional Escocés (SNP), no dio una tregua a Johnson tras su llegada a Downing Street y le mandó una carta destacando que su celebración es “más importante que nunca”.

Para Sturgeon, los comentarios hechos por Johnson, acerca de que Londres deje la UE el 31 de octubre “con o sin acuerdo” y “pase lo que pase”, hacen que su partido desde Edimburgo tenga que trabajar en una opción alternativa para evitar daños a largo plazo.

En opinión de Sturgeon, los planes del Brexit que coteja el nuevo primer ministro conservador desde Londres no favorecen los intereses económicos de Escocia, e incluso se atreve a pronosticar que los perjudicaría, por lo que es “más esencial que nunca”, conseguir una opción alternativa que frene sus intenciones y defendió que era un principio democrático básico que el pueblo de Escocia pueda “determinar su propio futuro”.

Para ello, planea que el Parlamento escocés considere una legislación marco para celebrar un segundo referéndum después del receso de verano, utilizando como principal argumento que los escoceses votaron “abrumadoramente” por permanecer en la UE y que un análisis de su gobierno muestra que una salida sin acuerdo podría conllevar a la pérdida de 100.000 empleos.

Sturgeon muestra incluso sus reticencias a una salida con un Tratado de Libre Comercio, argumentado que podría provocar una caída de los ingresos medios de cada escocés en alrededor de 1.600 libras (unos 1.800 euros) por persona en comparación con una situación en la que Escocia siguiese formando parte del bloque común. Así, instó a Johnson a que estudie este análisis detenidamente para que comprenda las implicaciones para Escocia de su política del Brexit, y por eso, es imperativo que cambie de rumbo inmediatamente para evitar causar un daño duradero a la gente de Escocia.

Sin embargo, Johnson vive en un estado de euforia en el que predijo en su intervención en Westminster que un Brexit “fantástico, sensible y progresivo” acabaría con las llamadas independentistas, a lo que el líder del SNP en Londres, Ian Blackford, respondió con que sería el “último primer ministro del Reino Unido”.

Blackford también criticó que el nuevo primer ministro haya sido elegido solo por el 0,13% de la población británica, es decir, el electorado conservador pero no por medio de unas elecciones generales, tildando la crisis interna de los tories “un escándalo democrático” y dejó claro que no permitirá que “los charlatanes tomen decisiones en su nombre”. - Rita Álvarez Tudela