Bruselas - España seguirá siendo en 2019 la principal puerta de entrada de los inmigrantes a la Unión Europea (UE), según apunta un informe de la Agencia de Refugiados de la ONU (ACNUR), presentado ayer con el título Viajes desesperados. El informe analiza las llegadas de inmigrantes y refugiados a la UE en 2018 y señala que “dado el alto número de llegadas por mar en la segunda mitad de 2018, parece probable que España continúe siendo el principal punto de entrada a Europa” el próximo año, lo que exigirá “solidaridad y esfuerzos para mejorar las condiciones de acogida”. Esa situación también requerirá, agrega el informe, que se garanticen “procedimientos de asilo justos y eficientes para aquellos que buscan protección internacional”. El estudio pone de relieve la caída general de los flujos migratorios a la UE a través del Mediterráneo en los últimos doce meses (139.300, frente a los 172.324 del año anterior), pese al incremento en la ruta occidental, es decir, la que llega a España, donde aumentaron en un 131% en un año (de 28.300 en 2017 a 65.400 en 2018).

Además, en 2018 murieron en el Mediterráneo 2.275 migrantes que trataban de llegar a las costas europeas, es decir, una de cada 51 personas que realizaron la travesía. En las rutas terrestres se produjeron 136 fallecimientos, frente a los 75 del año anterior. En España se produjo un importante incremento en el número de muertos y desaparecidos en el mar, pasando de 202 en 2017 a 777 en 2018. El informe alerta por otro lado de que, como consecuencia de la mayor actividad llevada a cabo por los guardacostas libios, el 85% de los rescatados en las aguas territoriales libias fueron desembarcados en ese país, donde “afrontan la detención en terribles condiciones”.

Como consecuencia de esa situación, más embarcaciones cargadas de migrantes y refugiados trataron de ir más allá de las aguas libias y llegar hasta Malta e Italia, una tendencia que se espera continúe en 2019, según la agencia de la ONU.

El informe indica asimismo que tras el aumento de las llegadas por mar a España, se observó en 2018 un incremento del número de personas que cruzaron la frontera con Francia desde Irun, la mayoría hombres solos procedentes de países de habla francesa que no pidieron asilo en España.

La Agencia de la ONU considera que estos desplazamientos plantean importantes desafíos, incluidos los costes de una mayor demanda de capacidad nacional de recepción y sistemas de asilo y pide que las medidas para abordar la situación incluyan “más solidaridad. - Efe