Berlín - El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, alertó ayer del riesgo de que los partidos tradicionales copien los mensajes del populismo, y defendió una UE pragmática, ágil y capaz en política exterior. Al intervenir en un foro sobre el futuro de Europa en Berlín, Juncker atacó asimismo el nacionalismo, defendió la necesidad de hacer política “social” y valoró el legado de su mandato al frente de la CE, que concluye el año que viene con unas elecciones a las que él no concurrirá.
Los “estúpidos populistas”, aseguró Juncker, sólo tienen una “larga lista de acusaciones” con asuntos de los que otros son culpables -muy especialmente, “Bruselas”- o que otros deben solventar.
El problema es cuando los partidos “clásicos” empiezan a “decir lo que dicen los populistas”, copiando sus mensajes, porque eso acaba calando entre la ciudadanía, pero no aporta votos a las formaciones tradicionales, porque las personas empiezan “a votar a los populistas”, los que originalmente lanzaron estas consignas. Frente al auge del nacionalismo y el populismo, Juncker abogó, de un lado, por el patriotismo -lo “contrario” del nacionalismo, dijo parafraseando al presidente francés, Emmanuel Macron-y, de otro, por “hacer lo que se promete” y “no olvidar lo social”, que “está en el corazón de Europa”.
Juncker advirtió frente al “actuar inocente”, que tiende a argumentar que la situación nunca descarrilará, recordó que “la sinrazón siempre vuelve” y señaló que en 1913 nadie pensaba que un año más tarde iba a desatarse la I Guerra Mundial. “Debemos hacer todo lo posible para que Europa siga así (en paz) y no hacer el juego a los nacionalistas ni seguir a los populistas. (La guerra) No puede volver a suceder”, aseguró el presidente de la CE. “El agua europea debe correr por canales sólidos. Por eso necesitamos la UE, a pesar de las debilidades que tiene”. - Efe