Aixa Villagrán y Celia Freijeiro son las dos actrices que acompañan a Leticia Dolera en su viaje por Vida perfecta, la serie que estrenó Movistar+ el viernes. Son dos mujeres insatisfechas por lo que les brinda y exige la sociedad. “Lo que para unos y unas es vida perfecta, no lo es para todos. Nuestros personajes, Esther y Cristina, demuestran que nada es lo que parece”, señalan estas dos mujeres que dan vida a Esther y Cristina. Comentan que el texto les ha llevado a replantearse aspectos de la vida real que no habían contemplado o que creían superados.

¿QUÉ ES EL ÉXITO? “Esther es una persona bastante libre y no sigue las normas, no cumple con lo que la sociedad espera de una persona que está a punto de cumplir 40 años”, asegura Aixa Villagrán sobre su personaje. La mujer a la que da vida desdeña o no valora la sociedad del éxito, clama contra ella: “La sociedad espera que tenga estabilidad económica, casa, cortacésped, hijos, un jardinero? Lo que cuestiona mi personaje nos hace reflexionar porque ella es feliz, es una persona hedonista que disfruta de la vida. Entra en crisis cuando empieza a sentir la presión social. La sociedad exige que seas feliz, exitosa y estés contenta siempre”. Ambas cuestionan los modelos de mujer establecidos: “¿Quién diseña a estas mujeres perfectas cuando cumplen los 40? ¿Por qué alguien se atreve a decir que no soy perfecta? Gracias a Dios, nunca me he planteado cómo sería mi vida perfecta. Lo perfecto es lo que vende la sociedad a través de la ficción, en la publicidad, en los medios? Son canales donde se vende lo perfecto como éxito”, cuestiona Villagrán. Ella, Esther en la serie, es una pintora que no vende ni un cuadro y que empieza a sentir cómo su entorno la acorrala y la quiere llevar por sendas que no está dispuesta a recorrer.

‘DULCE’ MATERNIDAD Otro caso en la serie es el de Cristina, el personaje de Celia Freijeiro. Ella sí representa a esa idea de sociedad del éxito y vida perfecta. “Mi personaje cumple punto por punto todo lo que nos han dicho. Soy la superwoman. ¿Qué tengo que tener para ser feliz? Un colchón en casa, un marido laboral excelente, dos hijas, ser buena madre, buena amante, buena esposa? Se supone que lo tiene absolutamente todo”, relata Freijeiro de carrerilla. A pesar de esa vida perfecta a los ojos de la sociedad, se levanta un día “con la sensación de que algo falla, de que no todo está bien. Lo valiente de este personaje es que se atreve a cuestionarse cómo llegó hasta ese punto. Se pregunta si es feliz o no y también se atreve a buscar respuestas”. Freijeiro se cuestiona también cómo se afronta la maternidad: ¿qué es lo que quieren las mujeres, algunas mujeres? y hacia dónde les lleva la sociedad que pregona el éxito y la felicidad.

“Siempre nos han contado la maternidad de una manera, pero a través de Cristina podemos ver una reflexión sobre ella, hay más. Esta mujer se cuestiona algo que siempre se ha dado por hecho. ¿Qué es ser una buena madre? ¿Quién es buena madre? Mi personaje se atreve a decir que ama mucho a sus hijas, pero que hay días que está harta y que no las soporta. Otro tema importante es la sexualidad femenina. Normalmente a las mujeres se nos presenta como objetos de deseo y no como deseantes. Deseamos, sentimos deseo y lo satisfacemos”, sentencia Freijeiro.

Aixa y Celia comentan cómo la sociedad vive instalada en un mundo de ideas fijas: matrimonio, pareja, maternidad, la idea de éxito? “De repente, cuando entras en crisis como les pasa a nuestros personajes, María (Leticia Dolera) incluida, tienes que olvidar esa construcción fijada por la sociedad y bajar a lo emocional. Hay que volver a sentir y pensar en lo que realmente me hace feliz”. La actriz que da vida a Cristina se muestra contraria a ese postureo que borra a las mujeres imperfectas, que las desecha porque no cumplen los objetivos comunes.

POSTUREO Aixa Villagrán señala como el éxito se llega a medir hoy en día a través de las redes sociales: “Mi personaje es pintora, no vende un cuadro, pero siempre ha pintado desde la libertad y la creatividad. Empujada una vez más por el entorno, comienza un periplo en las redes sociales, no se siente cómoda, pero lo importante es gustar. Pero ¿qué pasa cuando tienes un sueño y no lo alcanzas? ¿Qué pasa cuando la vida te brinda otro tipo de camino y te lleva por otros derroteros? Hay mucha presión para gustar”.

Vida perfecta es una serie que plantea muchas preguntas y no hay respuestas. “Este es el acierto de la serie, de cómo está construido el guion. Para vivir en armonía hay que abrir muchos melones y eso supone hacernos muchas preguntas. Cuando recibí los primeros guiones me gustó mucho. Pensé que era una historia que me interpelaba como persona. Hay muchas dudas que salen en la serie y que me han afectado, también a las personas de mi entorno”, comenta Celia.