Madrid - Pese a un siglo de expediciones y estudios arqueológicos en la zona, gran parte del antiguo mundo Maya continúa oculto en la densa selva centroamericana. Sin embargo, un proyecto arqueológico en el que ha participado National Geographic, de la mano del arqueólogo y explorador Albert Lin, ha desvelado nuevos datos a partir de hallazgos realizados recientemente en el transcurso de una investigación en la que los arqueólogos han contado con el apoyo de la Fundación Patrimonio Cultural y Natural Maya y los avances de la tecnología, que ha permitido encontrar en mapas muy desarrollados la zona y revelar más de 60.000 estructuras ocultas bajo la densa vegetación de la selva guatemalteca. A partir del 5 de mayo, el canal estrenará una serie documental de cuatro capítulos, Los tesoros perdidos los mayas.

La investigación ha tenido una enorme trascendencia al revelar que la huella de la civilización maya es mucho más antigua de lo que se había considerado hasta ahora, lo que permite reescribir por completo su historia. La tecnología LiDAR (light detection and ranging en sus siglas en inglés) facilitó a los arqueólogos ver a través de la densidad de los árboles y la vegetación de la jungla guatemalteca como si se tratara de una máquina de rayos X, gracias a la que pudo configurarse un nuevo mapa de alta tecnología.

Los equipos de filmación de National Geographic estuvieron durante meses sobre el terreno, en total un conjunto de 12 yacimientos arqueológicos en el norte de Guatemala, para asistir como testigos a los trabajos de los arqueólogos y especialistas a medida que iban adentrándose en las áreas de la jungla para explorar por vez primera in situ los nuevos descubrimientos realizados.

Todo esta investigación representa un documento arqueológico de un valor incalculable, revela a los espectadores de primera mano y paso a paso uno de los mayores logros arqueológicos recientes y una nueva visión sobre una de las culturas precolombinas más importantes de la historia.