Lisboa - Amaia y Alfred recordarán su paso por el festival de Eurovisión como una experiencia agridulce. La noche terminó para los representantes españoles con un montón de sensaciones encontradas. Frente a la satisfacción por el trabajo bien hecho, afloró la decepción por los malos resultados.
La intérprete navarra y el cantante catalán se mostraron a la conclusión del certamen “contentos” con su actuación en el festival, a pesar de que solo consiguieron acabar en el puesto 23 de un total de 26 países. Defendieron el sábado por la noche en el Altice Arena de Lisboa el tema Tu canción, con el que quedaron cuartos por la cola al obtener solo 61 puntos, frente a los 529 que obtuvo Netta, la representante de Israel, con el tema Toy.
“Nos hemos quedado muy contentos con la actuación que hemos hecho”, aseguró Amaia a la prensa tras el festival celebrado en Lisboa (Portugal), en el que se proclamó vencedora la israelí Netta, a la que Amaia y Alfred felicitaron.
Tras la insistencia de los medios en preguntar sobre el lugar ocupado en la clasificación final, como es habitual, la joven navarra, sin pelos en la lengua, señaló: “El puesto es un poco mierda, la verdad, pero no pasa nada. Nos hemos quedado muy contentos con la actuación que hemos hecho. Yo me lo esperaba un poco, era muy difícil”.
Alfred incidió en que, como habían señalado en cada entrevista antes del festival, “el puesto daba igual”. Aseguró que lo importante en este festival “no son los números, son las emociones. Lo hemos hecho superbien, nos daba igual el puesto”.
“Hemos recibido mensajes desde Manel Navarro (representante en Eurovisión en 2017), Soraya (2009), Antonio Orozco, Alejandro Sanz... Estamos supercontentos de que nos alaben personas tan importantes como ellos. Ahora tenemos más fans”, destacó Alfred.
Ambos confesaron haber terminado con la sensación de que Eurovisión tiene mucho de postureo. “Parecía un poco Los juegos del hambre”, llegó a criticar Amaia. En la película juvenil a la que se refiere, la actriz Jennifer Lawrence encarna a una muchacha que participa en un duro concurso y en el que se le apoda como la chica en llamas, al lucir un vestido que al girar comienza a arder. Una clara referencia al efectismo visual que predomina en muchas de las actuaciones de Eurovisión frente a la calidad musical.
“Es una experiencia increíble, pero hay bastante postureo. Se presta más atención a cosas distintas a la música”, señaló Amaia. Pero por eso mismo, porque Eurovisión es mucho más que música, ella asegura que no les quedarían ganas para repetir tras esta experiencia. Cuestionados sobre esa posibilidad, Amaia respondió rápidamente con un “no”. “No porque no me haya gustado, porque me lo he pasado muy bien. Pero creo que es algo que se vive una vez en la vida”, explicó.
Preguntados sobre qué países les habían gustado, Amaia y Alfred destacaron la actuación de la británica SuRie, que protagonizó una de las anécdotas de la gala después de que un espontáneo saltase al escenario y le robase el micrófono. “Me ha encantado SuRie, que a pesar de lo que ha pasado me ha gustado cómo ha reaccionado”, afirmó Amaia, que añadió que la británica “ha terminado la actuación con más fuerza que nunca”. “Nos ha contado que no ha querido repetirlo para no darle el gusto a la persona. Yo creo que ha sido una buena reacción y que lo ha hecho correctamente”, coincidió Alfred.
Respecto a la canción ganadora, Amaia, muy diplomática, felicitó a Netta por su victoria. “Es una canción que está muy bien, aunque no era de nuestras favoritas”. Amaia admitió que el sábado cumplió uno de sus deseos: conocer a Salvador Sobral. “Es una persona increíble. Me ha encantado, me ha parecido maravilloso”, confesó la navarra, a lo que Alfred añadió que se ha quedado con “muchas ganas de colaborar” con el artista, que como persona es igual que como músico”. El joven empieza hoy a grabar el que será su primer disco, mientras que Amaia se tomará unos días de descanso para volver al trabajo con más fuerza. - Efe