madrid - Canal Odisea dedica la noche de los jueves de este verano a enseñarnos cómo puede ser el planeta Tierra en 2050. Alimentación, trabajo, reciclado de basuras y otros muchos temas se reflejan en este adelanto en el tiempo, un tiempo que está a la vuelta de la esquina y que mostrará cómo la tecnología bien utilizada es la solución a muchos problemas si se utiliza adecuadamente. El músico Moby, el actor Jeremy Irons, el atleta Guillaume Néry, el director artístico John Gaeta, el británico residente en Madrid Adam Lowe, y el chef especialista en cocina molecular, ganador de una estrella Michelin, Thierry Marx han colaborado en la serie.
¿Por qué se planteó una serie sobre el año 2050?
-Decidí rodar Soñar el futuro para compartir con la audiencia el trabajo de hombres y mujeres de todo el mundo. Mucha gente está preocupada por el futuro, por la sociedad actual y por cómo estamos trabajando en manejar nuestros problemas; quería enseñar que hay esperanza, que hay gente trabajando en solucionar nuestros problemas afrontándolos desde nuevas visiones y conceptos diferentes. Podemos cambiar el mundo si trabajamos juntos en nuevos proyectos.
¿Se convertirá en un universo dominado por la tecnología?
-Espero que no. La tecnología debe ayudar a la gente a vivir mejor, su función debe ser que vivamos mejor, no gobernar el mundo. Quizá el principal asunto es la Inteligencia Artificial, ya que si evoluciona lo suficiente como para ser independiente al ser humano podría convertirse en una pesadilla. Debemos mantenerla bajo control, decidir qué queremos y cómo lo queremos, y poner límites a nuestras decisiones, ya que si avanzamos sin mesura en la Inteligencia Artificial, podrán llegar los problemas.
Ha reflejado testimonios de otras personas pero, ¿cómo se imagina usted el mundo dentro de 33 años?
-Para ser honesto, antes de rodar Soñar el futuro no sabía cómo imaginarme esa época y por ello decidí trabajar en esta serie documental. Lo que he aprendido es que 2050 puede ser de muchas maneras, todo depende de si cambiamos la forma en la que la política y la sociedad avanzan hacía ese año.
¿Tendremos un planeta agotado?
-La Tierra necesita que el ser humano la proteja, y su protección tiene que ser nuestra prioridad número uno. Muchas cosas buenas suceden cuando pensamos en nuestro planeta, por ejemplo, al generar energía verde, que debe ser la dirección en la que avancemos. Si pensamos en los océanos la situación ha de ser revertida, porque nos dirigimos a una pesadilla. Si las cosas no cambian, en 2050 habrá más plásticos que peces. Cuando pensemos en el planeta tenemos que pensar en nuestros hijos, ya que salvar la Tierra es salvarles a ellos.
¿Cómo será la alimentación?
-Lo importante es saber que seguiremos comiendo, pero el resto cambiará. Sabemos ya que los insectos acabarán siendo parte de nuestra alimentación, así que tenemos que estar abiertos a recibir nuevos sabores, a realizar nuevas combinaciones y a comer de maneras diferentes. Por ejemplo ya hay cocineros que incorporan sabores al humo, a lo que a día de hoy no estamos acostumbrados. Se crearán nuevos y preciosos platos, y comer se convertirá en una experiencia diferente.
¿Habrá suficientes recursos para alimentar al mundo?
-La respuesta es no, salvo que cambiemos la manera de generar comida y dejemos de matar la tierra con productos químicos. Tenemos que empezar a comer menos carne y buscar maneras más sostenibles de alimentarnos, ya que en 2050 se estima que habrá 9.800 millones de personas.
¿Integraremos a los robots en nuestras vidas?
-Los robots están llegando y, seguramente, estarán en todos lados, al igual que los smartphones están actualmente en todos lados. Los robots serán un gran mercado.
¿Cómo serán?
-Lo que vemos actualmente es que se está trabajando en robots que parezcan humanos, parece que estamos queriendo jugar a ser Dios, y esto es un problema. No podemos aspirar a que los robots sean humanos, y por ello no deben parecerse a nosotros, es importante que en el futuro seamos capaces de diferenciar entre humanidad y robótica.
¿Cómo cree que cambiará el mundo laboral?
-Lo primero de todo es que veremos la aparición de nuevos trabajos relacionados con la tecnología, la robótica, ciencia... cosas que aún no podemos ni imaginar. Pero al mismo tiempo, la tecnología hará que desaparezcan otros empleos y que la forma de llevarlos a cabo sea diferente. Por ejemplo, no hará falta que estés físicamente en el sitio, ya que podrás estar presente de manera holográfica. Seguramente no se trabajará para una sola compañía, sino que el mundo laboral será más flexible. Lo que mucha gente piensa es que a día de hoy trabajamos para conseguir dinero y poder comprar cosas, pero lo que tenemos que estar es preparados para ganar en tiempo y poder vivir nuevas experiencias. Seguramente se trabajarán muchas menos horas debido a los avances tecnológicos y podremos disfrutar de más tiempo libre.
¿Será de esa forma para todo el mundo?
-No, esta capacidad de trabajar mucho menos tiempo y aun así tener capacidad para tener comida y una buena calidad de vida puede que solo produzca en países desarrollados. Tenemos que pensar que hay muchos países en los que la falta de trabajo es ya hoy en día un problema, hay que pensar en el mercado de trabajo de forma global.
¿Viviremos en casas o pisos diferentes?
-Ya lo estamos viendo. Actualmente están apareciendo muchos proyectos, por ejemplo, en Singapur, que tratan de convertir las ciudades en espacios verdes, acercando la naturaleza al urbanismo. Esto son muy buenas noticias, ya que lograríamos reducir la polución. Por otro lado, la evolución de las casas parece destinada a que llegue un momento en el que puedas interactuar con ella y pedirle las cosas que necesites, para que esté preparada y pueda llegar a anticipar tus necesidades. Además, el 70% de la población mundial vivirá en ciudades en 2050, por lo que vamos a tener un problema de espacio. Los edificios serán más altos.
¿Qué es lo que más miedo le da del futuro que se avecina?
-Lo único que me da realmente miedo es la gente, y en especial aquellos que actualmente están tomando las decisiones y su capacidad, o no, para que opten por las correctas a la hora de enfrentar los problemas que se avecinan. Nuestra obligación como individuos es elegir correctamente a la gente que nos va a representar y va a gobernar nuestros países o ciudades.
¿Confundiremos lo real con lo virtual?
-Realmente creo que en un futuro lejano la realidad virtual será tan perfecta que cuando lleves puestas las gafas, o lentillas, puede que no seas capaz de distinguir la diferencia. Pero en un futuro cercano vamos a ser capaces de diferenciarlas completamente porque hemos conocido cómo es la vida real. Sin embargo, nuestros hijos sí que tendrán que enfrentarse a este problema, ya que van a tener que lidiar con la realidad virtual desde que tengan 3 ó 4 años, cuando jueguen con juguetes que la integren. Cuando se desarrollan nuevas tecnologías, es nuestra obligación anticiparnos a los problemas que pueden derivar de ellas y tratar de solucionarlos antes de que se produzcan. La tecnología sin control se puede convertir en una auténtica pesadilla.