madrid - Persecuciones, torturas, juicios demanciales y muchas sinrazones será lo que muestre a partir de hoy DMAX en La Inquisición. La serie va a resucitar para los espectadores del siglo XXI un tiempo oscuro y peligroso que comenzó en el siglo XII y que se alargó durante 500 años.

Cuando en siglo XII, con la intención de evitar los abusos del poder civil en asuntos sagrados, los obispos de la Iglesia Católica recibieron la potestad de perseguir, juzgar y condenar a los herejes, se desató una tempestad de intolerancia, miedo, tortura y muerte que dejaría a Europa -y a la América conquistada-, inmersa entre tinieblas. La serie documental recopila las atrocidades cometidas por diversas instituciones dedicadas a combatir la herejía, como la Inquisición, mientras perseguían a los misteriosos cátaros, a los caballeros templarios, a brujas, místicos, sanadores e incluso animales, en nombre de la fe.

Mediante cuidadas y terroríficas recreaciones y testimonios de expertos e historiadores, La Inquisición trata de arrojar luz sobre este oscuro y sangriento capítulo de la historia.

El primer episodio se centrará en la persecución de los templarios y los cátaros, declarados culpables de herejía por la Inquisición Papal, en manos de las órdenes mendicantes, con los dominicos a la cabeza. En la segunda entrega, la serie se encargará de la Inquisición española, que dependía de la monarquía y acabó extendiéndose por todos sus territorios, incluidos los de ultramar, con el inquisidor general Tomás de Torquemada como líder.

El tercer episodio nos mostrará la persecución de los herejes a cargo de la británica dinastía de los Tudor que, debido a los cambios en sus creencias, persiguieron a protestantes y católicos de manera intermitente. Finalmente, la cuarta entrega se centrará en la caza de brujas, común a todas las instituciones, que podría convertir a cualquier inocente en víctima de las más terribles torturas, antes de ser quemado vivo en la hoguera. - R. Lakunza